Las rebajas tienen también su cosecha

En los tiempos en los que estamos el conseguir algún artículo a menor precio es el objetivo de cualquier comparación. Esto mismo ocurre en el fútbol y si se pueden lograr puntos para ir sumando en la tabla clasificatoria e ir escalando posiciones mucho mejor, sobre todo si es ante equipos que quizás no contabas tanto. Todos los puntos son iguales y tienen el mismo valor, pero no producen la misma satisfacción, dependiendo de con quien se logren. El fútbol conlleva alegrías, tristezas, ilusiones y desilusiones y es que se pasa del todo a la nada o viceversa en un instante. La segunda vuelta de la competición parece haber comenzado con dinámica muy similar a lo que fue la primera. Los representantes leoneses mantienen su trayectoria iniciada con el arranque de la Liga. La regularidad de La Bañeza y Promesas Ponferrada, el mal fario de la Hullera, el discurrir con más pena que gloria del Atlético Bembibre y los constantes altibajos del «filial» culturalista. Muchas son las jornadas que todavía restan para la conclusión del campeonato, pero son cada vez menos las oportunidades que faltan para aprovecharlas y acercarse a los objetivos que en un principio se marcaron para cada equipo leonés. Su caminar en la competición puede considerarse más bien aceptable, aunque todo es mejorable. La Bañeza pudo recuperar el liderato en esta jornada tras su triunfo en tierras benaventanas y el tropiezo del Palencia. Ser líder del grupo en el ochenta por ciento de la competición disputada es demostrar la superioridad sin ninguna duda. Tener una plantilla amplia de efectivos es fundamental para poder combatir las bajas tanto disciplinarias como por lesión. Estar en lo más alto de la tabla da más confianza, seguridad y motivación, aunque también produce la expectación de ser el equipo a batir y tiene sus consecuencias. Las próximas jornadas serán decisivas para ver si los bañezanos mantienen sus aspiraciones de conservar el liderato y cobrar ventaja sobre sus perseguidores. La distancia sobre rivales ubicados a partir de la quinta plaza está a tiro de piedra. Hay que refrendarlo y sólo una desastrosa segunda vuelta puede dar al traste con ello. El Promesas supo vencer con contundencia a un equipo en peligro que posiblemente dirá adiós a esta categoría. El inicio del año está resultando positivo para los de José Díez, y los puntos obtenidos le hacen avanzar en la tabla, aunque por plantilla debería estar luchando por las primeras ocho posiciones, ya que a pesar de ser un neófito, la experiencia y calidad de algunos futbolistas es incuestionable. Tiempo hay para ello, y por medios no será. La Hullera continúa perdiendo en los últimos instantes lo que tiene ganado en la práctica totalidad del partido. Ya son muchos encuentros en los que se le van los puntos en los minutos finales. La juventud e inexperiencia en la categoría de muchos de sus jugadores produce situaciones como estas. Su posición en la clasificación continúa siendo cómoda, pero debe corregir esos errores que producen sensaciones de intriga y desconfianza y tiran por la borda todo el esfuerzo y trabajo realizado. Para contrarrestar eso no hay mejor medicina que la victoria en el próximo encuentro. La Cultural B parece haber comenzado el año con buen pie y haber cogido fuerzas para demostrar el verdadero potencial que tiene este joven conjunto. El triunfo sobre uno de los equipos de la zona alta corrobora su discurrir en al competición de hacer grandísimos partidos y obtener buenos resultados ante los gallitos. Ahora sólo falta mantener la regularidad frente a los conjuntos de la parte baja para así consolidarse en la zona tranquila de la tabla. La capacidad y calidad futbolística de los jugadores debe servir para iniciar la escalada. El Atlético Bembibre no acaba de asentarse en su trayectoria. La auténtica dificultad en lograr goles está siendo el gran lastre de este conjunto, que además últimamente ha perdido su solidez defensiva. Aparte quedan las actuaciones arbitrales, donde posiblemente no están siendo acertadas, pero ante eso poco o nada puede hacerse. Lo importante es no perder los papeles y solucionar el problema realizador.