SEGUNDA DIVISIÓN B

La segunda parte comenzó con variaciones tácticas por parte de los dos equipos. Mientras que el entrenador de la Cultural, Álvarez Tomé, trató de dar a su equipo un aire más ofensivo con la entrada de Raúl Ibáñez e Irazusta, el conjunto gallego ajustó todavía más el centro del campo con la incorporación al césped de Tonino. Quitar del verde a César Villafañe fue la mayor torpeza del técnico leonés Álvarez Tomé, porque otras opciones parecían en ese momento más evidentes. Más si cabe, si se tiene en cuenta que Villafañe había sido el mejor, con diferencia, durante el primer período. Los compases iniciales de los segundos cuarenta y cinco minutos se caracterizaron por las penetraciones de Raúl Ibáñez por la banda derecha. Las acometidas leonesas por banda tuvieron como más sólido objetivo buscar la cabeza del vasco Joseba Irazusta. Sin embargo, en un primer momento, el punta vasco apenas inquietó los dominios defendidos por el meta argentino Martín Ragg. La presencia de Raúl Ibáñez en el campo dio un aire más dinámico a la Cultural. Suya fue la mejor oportunidad para los leoneses en todo el encuentro. A su vez, pidió apoyo a la grada, con su ímpetu habitual, pleno de una garra que contagia al resto. Los minutos transcurrieron sin que ninguno de los dos equipos mostraran talentos para llevarse la victoria. Por momentos, el partido se convirtió en un mar de imprecisiones. Ambos conjuntos esperaron el fallo del contrario para tratar de asestar la puñalada certera en las redes contrarias. El riesgo lo tomó por momentos la Cultural, pero sin la consistencia necesaria para acceder con peligro hacia las inmediaciones del marco de Martín Ragg. Cultural y Pontevedra buscaron sus últimas opciones para conseguir la victoria a balón parado. Las acciones tampoco supusieron demasiado peligro para ambas porterías. Soria, en un despeje en corto de la zaga leonesa, no trajo consigo la sorpresa. La Cultural respondió con una falta ejecutada por Suárez, muy pegada al tapete, que detuvo con apuros el cancerbero Martín Ragg. Con el físico de ambos cuadros completamente rendido, los jugadores tentaron las voluntades finales para desnivelar el marcador a favor de sus respectivos colores. Todavía quedan cinco finales.