Manuel Martínez sobrevive a una verdadera odisea en Hengelo y sale «vivo» del viaje

El leonés Manuel Martínez, campeón mundial de peso en pista cubierta, obtuvo este domingo en Hengelo (Holanda) una de sus victorias más costosas en términos de cansancio físico y psicológico, por causas ajenas a las estrictamente deportivas. Martínez no encontró a nadie que le esperase en el aeropuerto de Amsterdam. Tuvo que llamar a España en demanda de auxilio. Su compañero de entrenamientos Antonio Lora, habilidoso en la búsqueda por internet, localizó el teléfono de los organizadores. Martínez hubo de pernoctar en un hotel de Amsterdam, donde un conductor había de recogerle el domingo a las 10 de la mañana. El chófer, no obstante, tenía instrucciones de amortizar su viaje. El leonés hubo de esperar casi tres horas a que llegaran dos de los participantes en una carrera de silla de ruedas. Enfado absoluto Llegó a Hengelo a las 14.30, comió en el hotel precipitadamente y partió hacia el estadio. Pocas veces Martínez ha competido tan enfadado. Pero su odisea no había terminado. Su vuelo de regreso Amsterdam-Madrid partió ayer lunes a las 12.00, pero los organizadores de la reunión atlética no quisieron pillarse los dedos por unos minutos más o menos: le citaron a las seis de la mañana.