Ferrero también sabe ganar en pista rápida y se anota el Masters

Juan Carlos Ferrero se consagró en el Rockódromo de la Casa de Campo como cualificado profesional de pista rápida, en este caso greenset. El actual líder mundial consiguió en el Masters Series de Madrid su primer título en pista cubierta tras derrotar en la final al correoso chileno Nicolás Massú (21 ATP), revelación del torneo, por 6-3, 6-4 y 6-3, que recibió el trofeo de manos del Príncipe Felipe, al tiempo que los 10.000 espectadores coreaban el nombre del jugador. Esta victoria ha supuesto para Ferrero un premio de 450.000 pesetas, con lo que sus ganancias totales en lo que va de temporada se elevan a 2.908.000 euros. El sudamericano Massú obtuvo 225.000 euros como recompensa por ser finalista. El español volvió a exhibir, además de un gran talento, todo su rosario de recursos, los mismos que le han llevado a la cima de la clasificación del circuito. Por momentos, el jugador nacido en Onteniente fue como una máquina lanza bolas, enviando la pelota a los puntos más complicados para su luchador oponente, el verdugo del estadounidense Andy Roddick. Massú confirmó ser una especie de frontón de granito, pero no de las características de aquellos suecos que devolvían bolas y más bolas a un ritmo cansino y aburrido. Los golpes del chileno se convirtieron en dardos de difícil control para el adversario, pero está claro que Ferrero vive sus horas más dulces y no puede sorprender en modo alguno que haya conseguido su cuarto título de la temporada, tras los éxitos de Montecarlo, Valencia y Roland Garros. Si Ferrero impuso un ritmo frenético al partido, Nicolás Massú acertó a dar una buena réplica, aunque lo cierto es que el de Onteniente no hizo concesiones para que el sudamericano pudiera sumar algún set. Juan Carlos, que estuvo a punto de verse fuera del torneo en aquel partido con Wayne Ferreira, durante el cual llegó a salvar dos bolas de encuentro, puede enorgullecerse de haber reaccionado con una gran fuerza para acabar conquistando merecidamente el título de campeón. Una ruptura en cada uno de los dos primeros sets le bastó para adelantarse con 6-4 y 6-4. Para contabilizar el tercer período, rompió hasta en tres ocasiones el servicio del tenista chileno. El cierre al enfrentamiento fue una volea larga de derecha de Massú. Ferrero dedicó esta importante victoria, no a su madre, «que estará allí arriba, en el cielo», sino a su padre Eduardo, a fin de cuentas el hombre que le ha apoyado y le ha servido de estímulo desde que era muy niño. Ferrero dio la enhorabuena a Massú porque considera que, tras haber mejorado mucho, ya está entre los mejores del mundo. Dio las gracias al Príncipe «por haber venido a ver el partido» y también agradeció la colaboración del público y de todo su equipo. Para Massú, «la semana será inolvidable». No ocultó estar triste porque quería ganar, pero perdió frente al número uno del mundo, al que felicitó por este nuevo título. Dio las gracias a sus entrenadores y al público de Madrid y anunció que volverá al torneo. Por su parte, el promotor del evento, dijo que durante la semana hasta 117.000 espectadores acudieron al Rockódromo.