El Zaragoza consigue poner freno a las ansias de liderato del Madrid (0-0)

El Real Madrid se quedó sin pegada en Zaragoza y el equipo de Carlos Queiroz tuvo que conformarse con sacar un punto en La Romareda en un partido vibrante, con dos balones al poste, uno para cada equipo, y múltiples ocasiones tras el descanso, la mayoría de ellas de los visitantes. El Madrid, que jugó con diez los últimos veinte minutos, no acusó la expulsión de Pavón, pero no aprovechó las oportunidades que tuvo en la segunda parte y no logró superar a la sólida defensa del Zaragoza, liderada por Milito, que se convirtió en uno de los héroes del conjunto aragonés en su partido de revancha, el más esperado para el central argentino. Aunque el Madrid mejoró en ataque en la segunda mitad, incluso con diez, la gran primera parte del Zaragoza no se vio reflejada en el marcador porque pasado el cuarto de hora el palo impidió que el remate de Galletti, tras un jugadón y un pase profundo de Savio, acabase en gol. El jugador brasileño demostró las muchísimas ganas que le tenía al Madrid, casi tanto como Milito, que mandó y templó atrás, subió a cabecear todos los córners, y en el último minuto del primer tiempo le quitó un balón peligrosísimo en el área a Ronaldo, que no pudo brillar arriba ante el repliegue y el sacrificio defensivo del equipo aragonés. Figo fue la única amenaza del Madrid en ese periodo. El equipo de Queiroz se vio obligado al principio a hacer muchas faltas al motivado Zaragoza, porque los blancos no tenían el balón y cada vez que los locales traspasaban el medio campo, liderados por otro ex madridista, Corona, encendían las alarmas en la defensa visitante. Las únicas ocasiones claras que tuvo el Madrid en esa primera parte fueron de Ronaldo. El duelo, que arrancó con alternativas (lo mejor del encuentro) y tuvo un largo momento de dominio del Zaragoza frente a un Madrid muy replegado que no estaba nada cómodo con el balón ante la presión y la solidez defensiva del equipo de Flores, volvió a ganar en los minutos previos al descanso. Volvió a dominar el Zaragoza en el arranque de un segundo tiempo que creció en intensidad, emoción y ocasiones de gol en ambos áreas, pero sobre todo en la local. El Madrid no sólo no aprovechó entonces sus ocasiones, sino que el partido se le complicó con la expulsión de Pavón, que dejó a su equipo en inferioridad con mucho tiempo por delante, ante un Zaragoza que seguía a un alto nivel en defensa y esperaba a dar el golpe a la contra. Pero el Madrid se hizo con la pelota, empujó con ansia en esos últimos minutos y obligó al Zaragoza a echarse aún más atrás. El Madrid no dejó de buscar el triunfo, pero Milito y compañía no tuvieron ningún otro despiste y el Zaragoza dio por bueno el empate.