Un camello vendió a Pantani 20.000 euros de cocaína

La investigación de la muerte de Marco Pantani, hallado muerto el pasado sábado en un hotel de Rímini, experimentó ayer martes un giro inesperado: el ciclista recibió la visita de un hombre en su habitación que, según las sospechas de la Policía, puede ser un «camello» que le habría vendido cocaína. La hipótesis es que esta sustancia, mezclada con los ansiolíticos y antidepresivos encontrados en la estancia, puede haber contribuido a la muerte del deportista. Un dato más completa este escenario, y es el incierto destino de 20.000 euros que Pantani había retirado del banco recientemente en dos operaciones de 10.000. Este dinero no ha aparecido y alimenta la idea de que, salvo el pago de una deuda, podría haber servido para comprar droga. Los rumores sobre un polvo blanco encontrado en la mesilla de su estancia y el silencio de los forenses a la hora de desmentir o confirmar el rastro de estupefacientes en los análisis habían alimentado las especulaciones. Pero no fue hasta última hora de ayer martes cuando el fiscal entró oficialmente en este delicado terreno al formular un presunto delito, atribuido por el momento a desconocidos, en el ámbito de la investigación. Lo ha hecho siguiendo el artículo 586 del Código Penal italiano, que establece la persecución de las muertes que sean consecuencia de otro delito. Es decir, si existe este supuesto «camello» y se demuestra que la droga motivó la muerte de Pantani, podría enfrentarse a 10 años de cárcel. En Rímini se ha abierto la caza a los traficantes de droga locales y la Policía examina las imágenes de las cámaras de seguridad del hotel. Parece cada vez más claro, por tanto, que el ya famoso polvo blanco hallado en la habitación de Pantani en el hotel 'Le Rose' es cocaína y así lo afirmaron este martes por la noche sin rodeos algunas cadenas de televisión italianas citando fuentes de la investigación. Una explicación al silencio oficial puede ser que la cantidad descubierta de esta sustancia blanca era tan pequeña que ha impedido realizar un test totalmente fiable, según señaló la agencia Ansa. Además este examen habría destruido la prueba a efectos judiciales. La identificación del polvo dependería ahora del examen de las fosas nasales y las encías del cadáver, que requiere algunos días. Hasta entonces no se podría descartar completamente que se tratara de algún fármaco. Lo que nadie duda a estas alturas es que Marco Pantani sufría de adicción a las drogas y, pese a que había intentado rehabilitarse, se encontraba sumido en una profunda depresión. Es evidente que la investigación se dirigía este martes a rastrear el entorno de Pantani en busca de sus posibles proveedores de droga y con este objetivo fueron interrogados su padre, su hermana y algunos amigos. La preocupación de sus allegados había llegado al punto de que habían decidido acudir directamente a los traficantes para pedirles que dejaran de venderle estupefacientes. Incluso llegaron a organizar una colecta para pagarles por ello. Esta es la revelación lanzada por un amigo de infancia de Pantani, el periodista Mario Pugliese, el último en entrevistarle el pasado mes de septiembre. «Sus amigos han intentado levantar una especie de cordón sanitario a su alrededor. Han contactado a los camellos de la zona para decirles: ¡Basta, Marco se está muriendo, no le deis nada más!».