La Cultural modifica su política de contrataciones para un nuevo reto
El club leonés se olvida de los jugadores de renombre y opta por los de su misma categoría
La Cultural y Deportiva Leonesa ha cambiado radicalmente su política de fichajes respecto a años precedentes y se ha decidido por contratar a jugadores de su misma categoría en lugar de firmar a futbolistas procedentes de Primera o Segunda División. Pese a que en los comienzos de la «era Profutle», el club eligió hombres militantes en la Segunda División B para conformar su plantilla, en las dos últimas temporadas la entidad ha basado su política de contrataciones en traer futbolistas de mayor prestigio, llegados directamente de equipos de superior categoría. En la temporada 2001-2002, con el equipo ya bajo las riendas de Profutle, la directiva se decantó por futbolistas provenientes de otros clubes de Segunda B, desconocidos para la mayoría de los aficionados. Repescó a Bryan para el fútbol leonés y contrató a hombres como Benito, Herrero o Leo Iglesias. Sólo Raúl Ibáñez, llegado del Valladolid, vino con la vitola de «estrella». Un futbolista estigmático, propenso a las lesiones y cuyo rendimiento se definió por el cúmulo de altibajos en su juego. Casquero y Fran completaron en diciembre un plantel que aspiraba a lo más alto. En la campaña 2002-2003 se empezó a palpar un cambio de estilo en la política de fichajes. Rubio, Redondo y Jaime Quesada llegaron provenientes de conjuntos de Segunda División. El club comenzó a marcar las líneas maestras que definirían sus fichajes de las temporadas venideras. La temporada del cambio definitivo fue la 2003-2004. Sólo Paulino llegó de un Segunda B. El resto, un elenco de futbolistas de Segunda a los que se unió el guardameta Rafa, procedente del Málaga. Sin embargo, el ansiado ascenso tampoco llegó y en la tercera campaña de la «era Profutle» se cosechó el tercer fracaso consecutivo. En la campaña 2004-2005, la renovación del equipo trajo consigo la contratación de 11 jugadores. La directiva se aferró, para su nuevo proyecto, a futbolistas de renombre como Roberto Fresnedoso o Imanol Etxeberría. La nómina de fichajes quedó conformada con hombres del talante de Puigdollers o Pepe Domingo, cuyo rendimiento había sido aceptable en Segunda.