Ademar sufre ante un Cangas que le enseñó cuáles son sus flaquezas

24 horas es muy poco tiempo para corregir errores. El Ademar lo evidenció ayer al volver a cometer prácticamente los mismos que dejó ver el pasado viernes en Astorga en el Torneo Eroski. El conjunto leonés se adjudicó en Santa Lucía de Gordón la sexta edición del Memorial Ángel González Juárez ante un Cangas Frigoríficos del Morrazo que le mostró cuales son en estos momentos sus principales carencias: una defensa poco compacta en la zona central -aunque ya se la ve mejor- y un ataque estático espeso, demasiado espeso. El equipo de Manolo Cadenas volvió a dar facilidades a los tiradores gallegos y, lógicamente, lo aprovecharon. El central Smigic «cosió» la portería leonesa con ocho dianas y el lateral Doder con cinco. En su mayoría hicieron tiros fáciles ante una defensa que les dejó muchos huecos para desesperación del técnico Manolo Cadenas. Empezó mal el equipo leonés. Frío y fallón, fue una caricatura del equipo que se le presume durante los primeros veinticinco minutos. Si a esto se le añade que el portero croata del Cangas, Venio Losert, dio una lección magistral de lo que es parar bajo un portería de balonmano se comprenderá porque en la recta final de este primer tiempo el Ademar perdía por un raro 8-14. Lo único bueno en estos minutos fueron los latigazos de Kristian Kjelling. Con cinco goles, fue el quien mantuvo a flote al Ademar y evitó que el equipo perdiese la estela de los gallegos. Un Cadenas con un evidente gesto de contrariedad pidió el primer tiempo muerto para hacer una llamada al orden y las cosas comenzaron a cambiar. Y por suerte, en los últimos cinco minutos cambiaron de forma significativa. Laluska, al que Losert le tenía comida la moral hizo el primer gol. Stranovsky se marcó dos contraataques de alta escuela para poner el 13-15 en el marcador y a falta de cinco segundas un Laluska rabioso lanzó un trallazo que encontró de nuevo la red. Un sólo gol de diferencia y toda la segunda mitad por delante. En la segunda, Ademar saca a relucir su gran físico y corre. Se suceden los contraataques y en los primeros diez minutos da la vuelta al partido. Consigue una renta de cuatro goles 22-18 que con más o menos dificultades mantiene hasta el final gracias sobre todo a un Perales muy entonado.