Cruzada inglesa contra Alonso

Esta semana se presenta fundamental para las aspiraciones de Fernando Alonso de revalidar su título del mundo. Se disputa la novena prueba del Mundial, que llega al ecuador, y además se correrá en el circuito británico de Silverstone, donde los aficionados darán rienda a la pasión por su nueva estrella deportiva: Lewis Hamilton. El inglés llega como líder del campeonato, con 14 puntos de ventaja sobre Alonso, que si triunfara en Silverstone daría la campanada. «El equipo tratará de hacer que gane Hamilton, como hicieron conmigo en España. Hicieron todo lo posible para que ganara e hiciera la pole , pero no pudo ser, y es normal que lo hagan ahora con Hamilton», comentó ayer Fernando Alonso, por lo que la lucha en el seno del equipo en el GP de Gran Bretaña pasará a un segundo plano y el español tendrá que apañarse solo si quiere ganar. Alonso tendrá todo el apoyo del equipo, pero si en un momento dado hay que favorecer a alguien, se favorecerá a Hamilton y no habrá que sorprenderse. El gran premio británico tiene como patrocinador principal al Banco Santander y sería importante un doblete de McLaren para ellos, con independencia del orden de llegada. La preocupación será con los Ferrari, que están muy fuertes y en las pruebas realizadas en el circuito británico antes de la carrera francesa cerraron la semana con Felipe Massa en cabeza. Silverstone es un circuito donde adelantar es todavía más complicado que en Magny-Cours, así que obtener la pole y una estrategia adecuada será clave. Falta ingenio En Francia hubo comentarios de todo tipo por la estrategia de McLaren, pero hay que recordar que el equipo británico ha perdido muchas carreras por estrategias erróneas, especialmente frente a Ferrari, y algunas veces frente a Renault. Y eso que Symonds tampoco es un genio en ese aspecto, pero los italianos tienen una chispa de ingenio que falta en McLaren y que marca la diferencia en muchas ocasiones. Los Ferrari quieren repetir el doblete del GP de Francia y los McLaren que gane Hamilton, porque es la pista de casa, donde la multitud apoyará a su ídolo local, aunque Renault también considera su casa Silverstone, ya que está cerca de la fábrica. El resto de los pilotos también tiene ganas de volver a intentarlo y mejorar día a día. Y para poner las cosas aún más complicadas, la meteorología suele ser muy cambiante. En este trazado ganó Alonso el año pasado, aunque desde hace 10 años ningún piloto que ha liderado el Mundial después de ocho carreras lo ha perdido. El que más cerca estuvo de hacerlo fue Michael Schumacher el año pasado, que estaba a 25 puntos de Alonso y llegó a empatarle, aunque no pudo adjudicarse el título. La familia, en pleno Silverstone será una olla a presión para Alonso, aunque también para Hamilton, que corre delante de su público y que está obligado, tras haber logrado ganar carreras en el año de su debut, a ganar en casa, delante de un público aún más enfervorizado que el que anima al asturiano en Montmeló. En el caso de que ganase el español, la victoria tendría un doble valor y lucha Hamilton-Alonso puede alcanzar unos tintes nunca antes vistos, con 10 puntos para el bicampeón del mundo y un serio golpe moral a su rival. Ferrari, sin embargo, también necesita seguir recuperando terreno para no perder definitivamente el ritmo del campeonato. Sus pilotos están envueltos en una lucha fraticida, con peor monoplaza que McLaren en algunos circuitos, y mejor en otros. Por ello, la escudería de Raikkonen y Massa no lo va a tener fácil. En Ferrari se nota demasiado este año la falta de un líder a todos los niveles, dentro de la pista y también fuera de ella, especialmente a nivel técnico y organizativo, de ahí que a Ross Brawn le estén haciendo un puente de plata para que regrese. Para presenciar la carrera inglesa, con todas las entradas vendidas, estará la familia de Hamilton en pleno, incluido el abuelo, que llega de la isla de Granada, a 6.000 kilómetros de Silverstone y verá a su nieto por primera vez competir. Como cierre de la presumible fiesta, los británicos disfrutarán también de un concierto donde estarán Eddie Jordan, ex propietario del equipo de F1, como batería, y el ex campeón del mundo Damon Hill tocando el bajo.