La presión del Osasuna deja a la Cultural colista

La Cultural sucumbió frente al Osasuna B (1-0), víctima de su ineficacia para deshacerse de la presión ejercida por el rival. Abelleira volvió a modificar la alineación titular con respecto a la segunda jornada del campeonato de Liga, tal y como lo hizo en la segunda en relación con la primera. Retornaron al once de salida Pablo López y Aller en lugar de Fernando Martín y Nasser. Bajo estas premisas, la Cultural saltó al impecable césped de las instalaciones pamplonicas de Tajonar con el propósito de maniatar el centro del campo del rival, con la agresividad de Aller en el robo de balón. Las líneas del equipo leonés quedaron bien definidas desde un principio. José Ramón se situó bajo los tres palos, con una línea defensiva compuesta por Pablo Suárez (derecha), Gorka García (izquierda), además de Pablo López e Iván Otero como pareja de centrales. La línea media la formaron Aller e Iván Mateo como mediocentros defensivo y ofensivo, junto con Chema y David Pérez en los interiores diestro y zurdo. Oriol Riera se movió entre líneas en la delantera, con el brasileño Addison más adelantado. El conjunto rojillo trató de imponer el ritmo de partido desde el pitido inicial del colegiado y lo consiguió. Encerró a la Cultural en su área con continuo juego directo, hasta que en el minuto 12 de encuentro una zancadilla dentro del área de Pablo López sobre Valiente supuso el penalti con el que el ex ponferradino Guille inauguró el marcador para el cuadro osasunista. A la Cultural le correspondió jugar a contracorriente, con el marcador en contra desde los primeros compases del partido. El gol de Guille hizo más daño de la cuenta y de no ser por la soberbia intervención de José Ramón a disparo de Jokin, el conjunto local hubiera aumentado la cuenta. Mediada la primera mitad, el cuadro culturalista se sacudió el dominio pamplonica. Comenzó a trenzar juego desde el centro del campo, con balones hacia los hombres más adelantados del conjunto leonés. El conjunto culturalista controló el balón y el juego, aunque más por el repliegue de los de Enrique Martín que por el peligro creado por los culturalistas. Sólo un remate de cabeza de Pablo Suárez, que salió desviado y le valió una tarjeta amarilla por protestar, fue el balance ofensivo del conjunto leonés durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Los segundos cuarenta y cinco mostraron a una Cultural que tomó el mando del partido en busca del empate, que no llegó porque el conjunto local se mostró ordenado. Sólo Oriol Riera dispuso de un cabezazo para empatar, sin acierto.