Inexpugnable, pero menos (Deportiva 0-Huesca 0)

Algún día tenía que ser y ese día fue ayer. La Deportiva lo había ganado todo en casa, si bien en más de una ocasión le había acompañado un punto de fortuna para acabar con los tres puntos en su zurrón. Véase partidos ante el Conquense o el Palencia, por citar algunos. Pero ayer no hubo milagro de última hora. Ni de última ni de primera porque el Huesca demostró ser un señor equipo que además se traía muy bien aprendida la lección. Manolo Villanova, su veterano entrenador, conocía a la Deportiva casi de memoria y eso le permitió impartir instrucciones a sus futbolistas para que neutralizaran a los Marco, Borreguero, Rubén Vega y compañía. Y lo hicieron. Es más, no se limitaron únicamente a anular las principales armas de su rival, si no que además los blancos (que radical variación de su habitual elástica azulgrana) se movían como pez en el agua buscando los caminos hacia el portal de Cabrero. Ninguna acción del Huesca ayer era fortuita y nada se hacía porque sí. Desde la zaga, impecable durante todo el partido, tanto por el centro como por las bandas, pasando por el centro del campo e incluso incluyendo también al espigado delantero Roberto, que capturó cien balones, para jugarlos después con criterio, sin rifarlo innecesariamente, los de Villanova funcionaron como una orquesta muy armónica. Y enfrente, una Deportiva que resultó completamente maniatada en la zona central del campo, donde además de la presión a la que era sabiamente sometida por sus adversarios, se encontró con un Marco especialmente desdibujado, Perdió multitud de balones el sevillano y el «quarterback» blanquiazul no tiene tiempo ni espacio para armar la zurda, la cosa se complica. Otro recurso natural de esta Deportiva es la inspiración de Rubén Vega, pero ayer los rivales se le colgaron casi del cuello para llegar a anularle por completo. El único que se permitió una alegría fue Ernesto que se marchó de su par antes de servir al propio Rubén lo que pudo ser el primer tanto, pero el maragato se empeñó en el adorno cuando la cosa parecía más sencilla, sin oposición ante Eduardo, un portero éste que no se sabe si va bien o no, porque la Deportiva no le «probó» en toda la tarde. De Paula también pudo anotar al peinar un centro medido de Marco en el saque de una falta, que fue de lo poco que le concedieron ayer. Fue el Huesca quien estuvo más cerca del gol, pero Cabrero se mostró infranqueable. Dice el aserto: «cuando no puedas ganar, al menos no pierdas» y eso debió pensar la Deportiva que sigue sumando y sigue líder. Mal menor. No es que los otros que han pasado por aquí fueran de mentira, pero este Huesca era un buen baremo para saber lo que puede dar la Deportiva.