Spanair negocia con la Iata para resarcir a los afectados

Pasado el primer cabreo, llega el momento de las reclamaciones. Mientras miles de viajeros seguían haciendo cábalas sobre cómo conseguir un billete que les llevara a su destino, la compañía Spanair anunció ayer que está negociando con la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (Iata) un acuerdo para resarcir a los afectados. Así, la aerolínea catalana, que dejó el viernes de volar por no poder hacer frente a su quiebra financiera, hizo público que reembolsará el precio íntegro de los billetes a los pasajeros que los pagaron en agencias de viaje, con transferencia bancaria o en efectivo.

Para los que lo hicieron con tarjeta de crédito, ya sea en la página web de la empresa o en una agencia, deberán informarse en su entidad financiera de las posibilidades de reembolso, según Spanair. La compañía espera que de esta manera queden cubiertas la mayoría de las reclamaciones. Otra cosa será la de los 2.000 trabajadores de la firma, que según señalaron los sindicatos, podrían cobrar íntegra la nómina de enero, tal y como les ha hecho saber la dirección de la compañía.

En total se calcula que el número de damnificados por el cese de actividad de la aerolínea participada por la Generalitat, que este domingo señaló que el «futuro de los trabajadores y de la propia compañía dependerá tanto de sus directivos como de ellos mismos», podría rondar el medio millón. Éstas serían las personas que tenían contratado un billete con la empresa, de los que en torno a 220.000 proceden de Baleares, la sede de la compañía hasta que pasó a manos catalanas (Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona) en 2009.

El fin de las operaciones de la aerolínea el viernes pasado ha dejado en la estacada sólo este fin de semana a unos 23.000 pasajeros, el 85 por ciento de ellos en el Prat y Barajas, de los que ya han podido recolocarse en otras compañías unos 8.000 y la mayoría de ellos volarán hoy. Unos 2.000 han tramitado ya su reclamación ante Aena y la oficina de Consumo de la Generalitat de Cataluña. Spanair tenía programados 384 vuelos en los aeropuertos españoles este sábado y domingo, de los que 139 se iban a efectuar en Barcelona y 85 en Madrid.

Los que peor lo tenían eran 200 pasajeros procedentes de Mali y Gambia, entre ellos 42 españoles, que se quedaron colgados el viernes tras la suspensión abrupta de operaciones de Spanair. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación informó que durante la mañana de ayer concluyó satisfactoriamente el retorno de todos ellos en dos vuelos de Vueling. El último de ellos despegó desde Bamako (Malí) e hizo escala en la capital de Gambia, Banjul, para que subieran a bordo los pasajeros que no pudieron embarcar en el avión de Vueling que despegó el sábado con un primer grupo de afectados.