Diario de León

Rajoy defiende que los 100.000 millones han evitado la intervención de España

El presidente pactó con Merkel y con . Draghi las condiciones de este «crédito».

Mariano Rajoy, en la rueda de prensa de ayer.

Mariano Rajoy, en la rueda de prensa de ayer.

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a. montilla | madrid
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«Esto de que le den a uno una línea de crédito de hasta 100.000 millones no es tan fácil de conseguir». La frase de Mariano Rajoy resume el estado de ánimo que exhibió durante su comparecencia del domingo en la Moncloa, un día después de que España formalizase la petición de ayuda económica a la Unión Europea para cometer la recapitalización bancaria.

El presidente, que aguantó una avalancha de críticas por permitir que el ministro de Economía diera la cara por él en una jornada histórica, negó la conclusión de la gran mayoría de dirigentes de todos los partidos, menos del suyo, expertos, medios de comunicación nacionales e internacionales: el acuerdo del Eurogrupo supone, en la práctica, el rescate de la banca española. Esa palabra no existe en el discurso del Gobierno. Ayuda, crédito, préstamo, sí, pero rescate, no.

El jefe del Ejecutivo destacó en su análisis que la Unión Europea va a poner a disposición de las entidades financieras españolas que lo necesiten una línea de crédito «sin condicionalidad macroeconómica para nuestro país», esto es, sin recortes del gasto adicionales, y de la que solo se responsabilizan los bancos españoles, que serán los que tengan que devolver el préstamo.

«Lo de ayer»

Esta fue la fórmula más utilizada por Rajoy para referirse a la demanda de auxilio económico que realizó España al Eurogrupo. Y, a su juicio, «lo de ayer» fue un triunfo para la «credibilidad y el futuro del euro». También para España, aunque rebajó las expectativas de aquellos que piensan que la provisión de estos 100.000 millones permitirán a las pequeñas y medias empresas y a las familias acceder de manera inmediata al crédito.

Para Rajoy, el verdadero triunfo radica en la confianza que han demostrado en España tanto la UE como otras instituciones mundiales, en alusión al FMI. Una credibilidad en el exterior que, a su juicio, se ha recuperado gracias a las reformas y los ajustes que ha puesto en marcha su Gobierno. «Si no hubiéramos hecho lo que hemos hecho en los últimos cinco meses, lo que se hubiera planteado ayer (por el sábado) hubiera sido la intervención del Reino de España».

La decisión del Eurogrupo comenzó a gestarse el pasado 20 de mayo en un barco sobre el río Chicago. Aquel día, Rajoy y la canciller de Alemania, Angela Merkel, conversaron sobre la situación financiera de España, según informaron fuentes del Gobierno. En las dos últimas semanas, Rajoy incrementó sus contactos con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, y con otros dirigentes clave en la resolución de los serios problemas de financiación de España.

El Gobierno pone mucho esmero en desvincular la solicitud de este crédito a la criticada gestión de la crisis de Bankia. Por ello, fuentes gubernamentales apuntan a que Rajoy también abordó el mecanismo de recapitalización con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, durante su encuentro en Barcelona el 3 de mayo.

El presidente, en cualquier caso, desmintió con intensidad que Merkel, Draghi o cualquier otro dirigente le hubiera conminado a aceptar el rescate. «Se lo voy a decir con meridiana claridad: a mí nadie me ha presionado», respondió Rajoy durante su comparecencia. Es más, añadió con retranca, «no sé si debería decir esto que voy a decir, pero el que ha presionado he sido yo».

El presidente sólo pisó un terreno resbaladizo durante su comparecencia al corregir a su ministro de Economía. De Guindos, nada más terminar la videoconferencia del Eurogrupo, aseguró que esta línea de crédito afectaría a la previsión de los números rojos del Estado, debido a los intereses, cuyo porcentaje aún se desconoce, que deberá pagar España a cuenta de este préstamo. «Esto no afecta en absoluto al déficit público, porque no hay condicionalidad impuesta», espetó.

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