Diario de León

España e Italia esperan unidos a que Draghi desvele el futuro de la eurozona

Christine Lagarde asegura que no es necesario añadir nuevas exigencias a España.

Mario Monti y el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, comparecen ante los medios.

Mario Monti y el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, comparecen ante los medios.

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ana barandiaran | bilbao
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El Banco Central Europeo (BCE) debe dar este jueves forma a la promesa de su presidente, Mario Draghi, de hacer todo lo posible para salvar al euro. Todas las miradas están puestas en él y muy especialmente las de España e Italia, los dos países que le han llevado a intervenir después de que sus primas de riesgo se hayan descontrolado poniendo en peligro el futuro de la moneda única. Sus máximos dirigentes, Mariano Rajoy y Mario Monti, estarán juntos en Madrid justo a la hora en la que Draghi comunicará las decisiones adoptadas en el Consejo de Gobierno para aliviar la insoportable presión de los mercados sobre la deuda española e italiana.

De acuerdo con el plan de acción negociado entre los líderes europeos en los múltiples contactos de esta semana, la intervención del BCE debería venir acompañada de la activación de los fondos de rescate europeos —ahora está en vigor el Feef y en septiembre tendría que ponerse en marcha el Mede— para que también compren deuda. Pero para que esto ocurra los países beneficiarios tienen que pedirlo expresamente y estampar su firma en un memorando de entendimiento con nuevas condiciones.

Al parecer es el BCE el que exigió esta implicación de los países auxiliados porque no quiere que se repitan experiencias pasadas en las que tanto Italia como España ralentizaron las reformas al ver que se reducía la tensión en sus primas de riesgo.

Monti, que ayer viajó a Finlandia para lograr el apoyo de uno de los socios más reticentes, se limitó a apuntar desde Helsinki que «Italia no necesita ayuda financiera sino un respiro de los mercados».

El Gobierno de Rajoy fue más tajante. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría descartó el pasado viernes que España vaya a pedir al fondo de rescate que compre deuda. El Ejecutivo no quiere otro estigma después de la mala experiencia que tuvo con el rescate a la banca, que solo contribuyó a aumentar la incertidumbre.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, aseguró ayer que no hay que añadir nuevas exigencias a España porque ya esta cumpliendo con su parte y la presión de los mercados sobre su deuda responde a «la incertidumbre en la zona euro».

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