El Eurogrupo insiste en pedir a España la segunda fase de la reforma laboral
Los ministros de Economía inciden en impulsar reformas «urgentes» para atajar el paro.
Jeroen Dijsselbloem, Michael Noonan, Luis de Guindos y María Luis Albuquerque.
La resaca de la «exitosa» finalización del rescate bancario -el día 22- después de que España haya cumplido a rajatabla lo ordenado por la troika (Comisión, BCE y FMI) a cambio de 41.300 millones prestados por los países de la zona euro recibió este lunes en Bruselas su particular jarro de agua fría. El Gobierno de Rajoy ha sorteado el abismo, ha recuperado el dominio del barco pero toca seguir remando contracorriente. «Es importante que continúe con la segunda fase de la reforma laboral y trate de reducir la dualidad en el mercado laboral, liberalice los servicios profesionales y así mejore el funcionamiento global del mercado laboral en España para acabar con un paro inaceptable», recalcó el vicepresidente económico de la Comisión, Olli Rehn. Lo hizo, eso sí, tras ensalzar el «éxito» y los progresos del país. Cal y arena. Palo y zanahoria, ‘leitmotiv’ de la UE.
El primer Eurogrupo de este año, uno de los más breves que se recuerda -apenas tres horas, nada que ver con las madrugadas bruselenses en plena vorágine de los rescates-, sirvió para analizar el callejón sin salida griego, el rescate de Portugal y a dar carpetazo al último informe de los hombres de negro de la troika sobre el rescate español. «Hemos dejado de ser un problema para el conjunto de la UE y para la Eurozona y eso son buenas noticias para todos», se felicitó ayer el ministro Luis de Guindos.
Los buenos presagios, los mensajes optimistas no sólo llegaron de la delegación española. El presidente del Eurogrupo, el holandés Jeröen Dijsselbloem, destacó «el éxito» del país al lograr una «salida limpia» del rescate y situó a España poco menos que un ejemplo a seguir a la hora de afrontar la crisis: «Lo está haciendo notablemente bien. He estado en Asia, he estado en Davos, y en todas partes la gente hablaba de la recuperación de la economía española. Así que mantengamos la presión, la sensación de urgencia, más reformas, para reducir el paro».
Y es que la «inaceptable» tasa de desempleo (26%) que sufre el país sobre todo en lo referido a los jóvenes (56%), es el principal caballo de batalla de Bruselas, que no se cansa de advertir que hay que atajar este «drama» con la mayor celeridad. España no sólo recogió el guante de Bruselas sino que el ministro de Economía aseguró que el Gobierno continúa «absolutamente comprometida» con esta ortodoxia porque «queda muchísimo camino por andar».