Diario de León

La economía de la zona euro frena en seco y el PIB lanza un crecimiento nulo

Alemania, Francia e Italia sufren caídas que provocan un estancamiento del índice.

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jorge murcia | madrid
León

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El Banco Central Europeo revisa a la baja sus previsiones de crecimiento por las tensiones geopolíticas y la débil demanda exterior.

Las alarmas habían comenzado a saltar semanas atrás, y ayer se confirmaron los malos augurios: la economía de la zona euro ha frenado en seco. Después de varios trimestres de leves pero constantes crecimientos, el PIB de los países de la moneda común arrojó un crecimiento nulo entre abril y junio, según los datos publicados por la oficina estadística comunitaria Eurostat. El buen comportamiento de España, Portugal (ambos países con un 0,6% de crecimiento) y Holanda (+0,5) no resultó suficiente para compensar el atasco de la locomotora europea: Alemania cayó un 0,2% y Francia se ha estancado en el 0%, a lo que hay que añadir el dato ya conocido de Italia, que ha entrado en recesión técnica después de que su PIB cediera un 0,2%. El conjunto de Europa mejora el dato de la zona euro, al progresar un 0,2%, cifra inferior en todo caso a la esperada. Ante este escenario, el Banco Central Europeo (BCE) se ha apresurado a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento de la zona euro para este año.

Hace una semana, el presidente de la entidad emisora, Mario Draghi, alertaba de que los riesgos geopolíticos ponían en peligro «la débil, frágil y desigual recuperación» de la economía en la Europa de los Veintiocho, que en el primer trimestre del año avanzó un 0,2%. El banquero italiano aludía más bien a los efectos que las tensiones en Ucrania y Rusia pueden tener sobre la marcha de la economía europea en los próximos meses, pero lo cierto es que tanto Bruselas como Berlín creen que las primeras consecuencias de las turbulencias geopolíticas ya se han dejado sentir en los datos del segundo trimestre del año.

El Instituto Federal de Estadísticas alemán (Destatis) achacó la primera caída del PIB germano en más de un año a la contribución negativa del comercio exterior -tanto en lo que se refiere al mercado europeo como a los de los países emergentes- y el parón en la inversión de las empresas. También al hecho de que el clima inusualmente benigno del invierno alemán ayudó a impulsar la actividad económica del país durante el primer trimestre, que terminó con un crecimiento del 0,7%. Sara Baliño, socia de Analistas Financieros Internacionales (AFI), cree que en el caso alemán «ha existido una confusión, o una clara divergencia, entre lo que decían los indicadores de confianza de los consumidores y de las empresas, y los indicadores adelantados reales». Por ejemplo, el de la producción industrial, que pese a crecer un 0,3% en junio, se quedó muy por debajo de las expectativas del mercado.

En el caso de Francia, la exigencia de nuevas y más profundas reformas estructurales -que Bruselas hace extensiva a todos los países-tiene sin embargo a Francia como uno de sus más claros destinatarios. El país vecino encadenó su segundo trimestre de crecimiento nulo, lo que reduce a la mitad el objetivo del 1% que el gobierno de François Hollande se había impuesto para el conjunto de 2014.

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