Telefónica advierte que si no ejecuta el plan social entrará en pérdidas

Según Telefónica, un entorno marcado por la crisis del sector y de la economía en general, un marco regulador muy estricto, la caída de los ingresos de la telefonía fija y la falta de cumplimiento de las expectativas de los nuevos negocios la obliga a adoptar medidas de recorte, ya que de otra manera corre el riesgo «cierto» de entrar en pérdidas. Telefónica se queja de que la situación en que accede a los concursos es «extremadamente rígida» y de que debe contar con la autorización «expresa» del regulador para realizar paquetes descuento, a lo que se añade que está obligado a atender todas las peticiones de cobertura del servicio universal y a asumir el coste íntegro de dicho servicio. La operadora ha llegado a asegurar que las medidas adoptadas por el regulador en los últimos cuatro años «han superado con mucho las previsiones más funestas en lo relativo a trabas a la progresión de la empresa» y advierte que no cuenta con la posibilidad de competir en libertad con las demás operadoras, con una regulación que supone las trabas del antiguo monopolio sin sus ventajas. En telefonía fija, un aspecto fundamental para Telefónica es la cuota de abono, que se incrementó un 14% en el 2002, hasta los 11,7 euros al mes. Para el 2003, la operadora prevé que alcanzará los 12,62 euros, lo que supone un incremento del 7%, y reclama que se ajuste a los costes reales. Otro factor relevante es al aumento del tráfico de voz de la telefonía móvil, así como el crecimiento del mercado del cable. Pese a lo cual, Telefónica de España amortizará en un período de seis años el coste del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 15.000 trabajadores en los próximos cinco años, estimado en 3.500 millones de euros, dado que el recorte le permitirá ahorrar 600 millones de euros anuales a partir del 2006. Según un documento de la propia empresa, la operadora estima que la media de coste salarial empleado por año se eleva a 40.000 euros, lo que multiplicado por los 15.000 puestos que quiere suprimir eleva el ahorro a 600 millones de euros, a los que habría que descontar el coste de las bajas de los trabajadores que se acojan al plan. Así, Telefónica espera que sus gastos por operaciones en el 2006 se sitúen en 3.625 millones de euros, con un ahorro de 675 millones de euros -600 millones por el recorte de plantilla y 75 por otros esfuerzos en costes- sobre los 4.300 millones de euros que emplearía sin los esfuerzos de reducción de costes previstos. Igual que en 1999 Los dos sindicatos mayoritarios en el comité intercentros de Telefónica de España, CC. OO. y UGT, exigen a la empresa que el ajuste laboral se lleve a cabo en las mismas condiciones en las que se aplicó el anterior expediente de regulación de empleo (ERE), redactado en 1999. En aquella ocasión, el recorte laboral que parecía definitivo afectó a 10.841 trabajadores y costó a la compañía alrededor de 1.250 millones de euros. No obstante, la legislación sobre el despido colectivo de las plantillas ha cambiado para evitar que la salida de los trabajadores mayores, pero con menos de 60 años, suponga un gravamen para el sistema público de protección. En la actualidad, las empresas están obligadas a suscribir convenios especiales con la Seguridad Social. CC.?OO. y UGT también han hecho hincapié en que, en el caso de que lleguen a un acuerdo con la empresa, velarán porque el compromiso de voluntariedad de las medidas se cumpla en todo momento y el personal que decida continuar en Telefónica de España tenga garantizado su empleo. Zaplana vigila Por su parte, el titular del ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, advirtió ayer jueves que su Departamento estará «muy vigilante» sobre el proceso de negociación abierto en Telefónica de España para recortar en cinco años 15.000 empleos. El ministro insistió en los pasillos del Senado en que se trata de una noticia nada buena.