La OCDE aumenta en tres décimas el crecimiento español en el 2005

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para España este año y el próximo mientras ha rebajado el potencial de la zona euro y Japón. En su informe semestral de perspectivas económicas, divulgado ayer en París, el foro de los países más industrializados preconiza un recorte por el Banco Central Europeo (BCE) de los tipos de interés para estimular la demanda interna. Los pronósticos primaverales de la OCDE para España son más favorables que los de otoño. Su Producto Interior Bruto (PIB) subirá un 3% en el 2005 y un 3,2% en el 2006 cuando hace seis meses preveía un crecimiento del 2,7% y del 3%, respectivamente. Este brío contrasta con la mayor atonía contemplada para la eurozona: sólo progresará un 1,2% este año, siete décimas menos de lo proyectado en noviembre, y avanzará un 2% en el 2006, frente al 2,5% estimado con anterioridad. Cuidado con la inflación La pujanza de la economía española se atribuye al persistente dinamismo de la demanda interior que, después de haber aumentado un 4% en el 2004, debe acelerarse al 4,2% este año. Este comportamiento alcista, que se reflejará en la inversión en máquinas y equipamientos, obedece a las fuertes creaciones de empleo y a los efectos positivos sobre el patrimonio del vigor del mercado de la vivienda. En la presentación del documento, Jean Philippe Cotis, economista jefe de la OCDE, destacó que «España debe mirar atentamente su inflación» para preservar la competitividad. Las previsiones apuestan por una subida del Índice de Precios de Consumo (IPC) del 3,1% este año para bajar al 2,6% en el 2006 una vez mitigados los efectos de la carestía del petróleo y los alimentos. La inflación prevista en el conjunto de la zona euro es del 1,5% y 1,7%, respectivamente. Cotis también recomendó mantener la «rectitud presupuestaria» con la finalidad de generar excedentes en las cuentas públicas capaces de afrontar necesidades como el envejecimiento de la población. El informe pronostica un remanente presupuestario un poco más importante que lo previsto (0,5% del PIB en el 2005 y 0,6% en el 2006) favorecido por el impacto de la regularización de inmigrantes. El aumento de la inmigración, combinado con la creciente incorporación de la mujer al mercado laboral, es un factor de la mejora del desempleo, que se reducirá seis décimas hasta el 10,2% en el 2005. Insistió en que la bajada de tipos en la zona euro está justificada por un déficit persistente de demanda interna en grandes países como Alemania e Italia.