Diario de León

Un ciudadano suizo huye de un cautiverio de casi tres años en Filipinas

El hombre forcejeó en su fuga con un secuestrador, del grupo islamista Abu Sayyaf

El suizo Lorenzo Vinciguerra, en un hospital filipino.

El suizo Lorenzo Vinciguerra, en un hospital filipino.

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EFE/ Manila

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Un ciudadano suizo que llevaba casi tres años secuestrado por el grupo radical islámico Abu Sayyaf en el sur de Filipinas logró escapar este sábado de sus captores durante un ataque del Ejército, informaron fuentes militares.

Esta organización vinculada a Al Qaeda y que ha apoyado públicamente al Estado Islámico (EI) retiene en su poder al holandés Ewold Horn, a quien capturó con el suizo en febrero del 2012 cuando ambos, ornitólogos aficionados, observaban aves raras en la isla de Tawi-Tawi, en el sur de Filipinas.

Un portavoz del Comando de Mindanao Occidental declaró a la prensa que el suizo Lorenzo Vinciguerra se encuentra bien, aunque fue herido en su fuga porque peleó con sus captores, según el medio local Rappler.

De acuerdo al capitán Rowena Muyuela, el Ejército bombardeó el área de jungla donde se encontraban los secuestradores, en la isla de Sulu, a unos 960 kilómetros al sur de Manila, y Vinciguerra aprovechó el desconcierto causado para atacar a Juhurim Hussein, subcomandante de Abu Sayyaf.

El suizo le quitó el machete al terrorista, le golpeó en el cuello, al parecer matándolo, y se introdujo en la selva mientras resultaba herido al eludir a otros captores, según la versión ofrecida por los militares.

EXCOMBATIENTES DE AFGANISTÁN

Abu Sayyaf, formado por unos 400 rebeldes, liberó tras cobrar extorsión monetaria a una pareja de turistas alemanes, en octubre, y a una niña de ocho años, en noviembre.

Retiene aún en su poder, además del citado holandés, a un guardia costero malasio y una mujer china y su hija.

Esta banda fue creada en 1991 por un puñado de excombatientes de la guerra de Afganistán contra la antigua Unión Soviética, y se le atribuyen algunos de los atentados más sangrientos en Filipinas, además de numerosos secuestros con los que se financia.

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