SECUELAS DE UN CONFLICTO
Militares argentinos torturaban a sus propios soldados en la guerra de las Malvinas
La información, guardada celosamente por las Fuerzas Armadas a lo largo de 33 años, permitirá reactivar las denuncias en tribunales.
Soldados argentinos durante la guerra de las Malvinas.
El “trauma Malvinas” siempre está presente en el escenario político argentino. Mientras la presidenta Cristina Fernández de Kirchner felicitaba a Jeremy Corbyn, el nuevo líder del Partido Laborista del Reino Unido, promotor del diálogo entre Buenos Aires y Londres para resolver el litigio de las islas, en este país se conocían archivos secretos de las Fuerzas Armadas sobre aquella guerra del otoño de 1982.
La desclasificación confirmó las denuncias de torturas contra soldados argentinos. No fueron perpetradas por los británicos sino por sus oficiales superiores. La Comisión Nacional de Excombatientes recibió un informe de parte del Gobierno en el que da a conocer también un plan castrense para ocultar esos delitos al regreso de las tropas al continente.
El jefe del Ejército de entonces, el represor Cristino Nicolaides fue taxativo en su orden: guardar la “la adecuada reserva” de los casos aberrantes. Ernesto Alonso, titular de la Comisión fue categórico en su afirmación: “Estos documentos corren el velo de hechos que fueron ocultados durante años y serán un gran aporte para la justicia”.
Entre la documentación desclasificada se encuentran las denominadas las llamadas “actas de recepción” que debieron completar los soldados una vez que pisaron territorio continental argentino y en el que se dejaba constancia del estado de salud. Debían mentir: no les había sucedido nada traumático. La verdad era otra. La mayoría de esos testimonios que ahora toman estado público dan cuenta de diversos sufrimientos en las trincheras: congelamiento de los pies por la humedad y el frío del terreno y desnutrición. Pero eso no fue lo más grave: hubo “colimbas”, como le decían a los conscriptos por sus funciones en los cuarteles (“correr”, “limpiar”, “barrer”) que fueron puestos entre estacas, enterrados en fosas o sometidos a duros castigos físicos o psicológicos. No faltaron episodios de antisemitismo.
Pero no solo los soldados eran víctimas de los maltratos. En una de las actas que salieron a luz, un teniente primero relata que un oficial “lo ató de pies y manos a la espalda, colocándolo de cara al suelo, en la arena mojada de la playa, desde las 9 hasta las 17 horas”. En otra, un sargento dice haber recibido patadas en los testículos por lo cual debió ser operado.
COMISIÓN INTERAMERICANA
La información será enviada a un tribunal federal. Meses atrás, una organización de ex combatientes recurrió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ante la negativa del Tribunal Supremo argentino de investigar las torturas cometidas en el archipiélago austral.
La guerra de las Malvinas transcurrió entre el 1 de mayo y el 14 de junio de 1982. Las últimas batallas tuvieron lugar en medio del Mundial de fútbol de España. La televisión alternaba los partes de guerra con el debut del seleccionado que tenía a Diego Maradona en sus filas. El conflicto armado provocó la muerte de 649 argentinos. Se estima que en los últimos 33 años se suicidaron 454 ex combatientes.