Diario de León

Rodrigo Duterte

"Ese hijo de puta. Si comete un error, convertirá el Lejano Oriente en tierra árida."

El dirigente filipino afirma que su homólogo norcoreano, Kim Jong-un, es un peligro

Duterte ofrece un discurso

Duterte ofrece un discurso

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ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN
León

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"Ese Kim Jong-un, un tonto… está jugando con peligrosos juguetes", ha dicho este jueves el presidente filipino, Rodrigo Duterte. Todo lo relativo a Duterte es pintoresco, también la audiencia formada por inspectores fiscales que ha recibido hoy su análisis geopolítico. "Esa cara regordeta puede parecer amable. Ese hijo de puta. Si comete un error, convertirá todo el Lejano Oriente en tierra árida. Hay que terminar con esta guerra nuclear. Una pequeña confrontación que estalla aquí y ya os lo digo, los efectos colaterales pueden agotar la tierra y los recursos naturales, y no sé lo que pasará con todos nosotros".

La prosa florida es ya icónica de Duterte. Ya había llamado hijo de puta a Barack Obama y al papa Francisco, por hacer la lista corta, así que no se le puede acusar de encogerse ante los grandes. Se sabía ya de su desafección por el líder del sudeste asiático que le roba portadas globales. A Donald Trump le previno en una conversación telefónica en marzo de que "no era estable" y aludió a sus sonrisas cada vez que tiraba un misil. "Cada generación tiene a un loco. Y en la nuestra, ese es Kim Jong-un", aleccionó al presidente estadounidense, según las transcripciones filtradas de la conversación.

El balón está en el tejado norcoreano. Pyongyang había monopolizado la retórica inflamada en el sudeste asiático hasta la llegada de Duterte. La agencia oficial norcoreana KCNA también ha cimentado su reputación global en insultos variados hacia estadounidenses, surcoreanos, japoneses y todo el que pasara por ahí, aunque siempre con la cortesía de aparcar a sus madres. Kim Jong-un habló recientemente de enviar misiles periódicamente a Estados Unidos “para que esos bastardos” no se aburran y es habitual que se refiera a surcoreanos y japoneses como chacales o marionetas.  Tampoco Kim Jong-un se encoge ante los grandes.

El momento también ignora los usos diplomáticos. Manila organizará a partir del lunes la cumbre de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) y entre los representantes de los 27 países se espera al norcoreano. Será interesante observar los apretones de manos después de los insultos a un líder que reviste la categoría de semidios. Está previsto que Japón, Corea del Sur,  Rusia, China y Estados Unidos prioricen durante la cumbre las negociaciones sobre cómo enfriar la tensión en esa zona del mundo. 

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