Diario de León

Helicópteros israelíes tirotean Yenín en represalia por el atentado que se ha cobrado 18 muertos y 30 heridos

Un kamikaze a los mandos de un coche bomba revienta un autobús judío

Dieciocho personas fallecieron ayer en un atentado suicida perpetrado contra un autobús interurbano israelí en una carretera de la Gali

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E. García Gascón - JERUSALÉN.
León

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Junto al lugar del atentado se encuentra la prisión de Megido, una de las cárceles israelíes de máxima seguridad, donde hay centenares de palestinos que al escuchar la explosión dieron gritos de alegría. Las tareas de salvamento comenzaron inmediatamente, mientras el autobús estallaba en llamas. El conductor, que consiguió salvar la vida, fue quien inició la evacuación de los heridos. Un parte de los muertos fallecieron a causa de las llamas. Los miembros de numerosos fallecidos y heridos fueron arrancados de cuajo. Esta circunstancia también dificultó las tareas de salvamento, y sobre todo, la identificación de los cadáveres. El coche bomba era una furgoneta Renault en la que se habían colocado decenas de kilos de explosivos. Este vehículo había sido robado meses atrás en Lod, cerca de Tel Aviv, y circulaba con la matrícula amarilla -o sea israelí- de otro vehículo robado posteriormente. La policía hebrea sospecha que el autor del atentado residía en el área de Yenín y que entró en Israel el mismo miércoles por la mañana. Lo que no está muy claro es cómo consiguió transportar tantos kilos de explosivos desde Cisjordania hasta el interior de Israel. La organización fundamentalista Yihad Islámico se atribuyó la acción. En contra de su costumbre, no hará público el nombre del autor del atentado para evitar que el Ejército llevara a cabo acciones de represalia contra sus familiares. El atentado coincidió con el 35 aniversario del inicio de la guerra de 1967 y es uno de los más mortíferos que han cometido los grupos fundamentalistas en los últimos meses. Aunque la mayoría de las víctimas son militares, entre los muertos hay cuatro civiles La Autoridad Palestina condenó los atentados «contra civiles» y dijo que había detenido a un número indeterminado de activistas de Yihad Islámico y de Hamas. A primera hora de la tarde, el Gobierno de Ariel Sharon envió al Ejército a la ciudad de Yenín en represalia por el atentado. Columnas de tanques entraron sin ninguna oposición en la ciudad con el apoyo de helicópteros, que tirotearon la ciudad. Los palestinos han aprendido que no vale la pena ofrecer una resistencia frontal al Ejército dada la enorme diferencia de armamento entre unos y otros. Sharon piensa emprender una operación de mayor magnitud contra las ciudades cisjordanas.

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