Diario de León

Los archivos secretos de la CIA provocan una tormenta diplomática

Los documentos revelan la debilidad del Ejército ucraniano y sacan a la luz planes explosivos

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La primera víctima de la guerra es la verdad. Parece un dicho manido, pero sirve para describir a la perfección la situación provocada por la filtración de un centenar de documentos secretos en Estados Unidos. Porque revelan informaciones muy diferentes a las que sus dirigentes hacen públicas cuando analizan con la prensa el rumbo de la invasión rusa de Ucrania. Según los archivos ‘top secret’, fotografiados aparentemente a toda prisa y publicados desde hace semanas en diferentes foros ‘online’ y redes sociales, el Ejército ucraniano se enfrenta a más dificultades de las esperadas.

En primer lugar, porque el crucial sistema de defensa antiaéreo que ha servido para evitar que los cazas rusos sobrevuelen el país se está quedando sin munición —podría agotarse el 2 de mayo— y está en peligro por los constantes ataques de drones y artillería rusos. Si sucumbe, Moscú podría darle un vuelco a la guerra gracias a su abrumadora superioridad aérea. Además, las cifras de bajas entre las filas ucranianas serían también mucho más abultadas que las reconocidas, un dato que contrasta con la menor estimación que se hace para el número de soldados rusos fallecidos. Por si fuese poco, los estadounidenses ponen en duda que el Ejército comandado por Volodímir Zelenski pueda culminar con éxito la contraofensiva primaveral en la que tanta esperanza ha puesto Ucrania, entusiasmada por la próxima llegada de carros de combate Leopard y el suministro de nuevos sistemas de artillería.

Sin embargo, el New York Times incide en que el mayor peligro reside en la revelación de las actividades del espionaje americano dentro de Rusia. «Los archivos refuerzan una idea que los agentes de Inteligencia llevan tiempo reconociendo: Estados Unidos tiene más claras cuáles son las operaciones militares del Kremlin que los planes de Ucrania», escribe el rotativo neoyorquino, que levantó la liebre sobre la filtración y que destaca los detallados informes diarios sobre los movimientos de las fuerzas de Moscú que se reciben en Washington.

Espiando a enemigos y aliados

Que haya salido a la luz cuáles son las agencias de seguridad rusas en las que los americanos están mejor infiltrados —desde el Ministerio de Defensa hasta el GRU a la agencia de inteligencia militar, pasando por el grupo mercenario Wagner— podría afectar a la estrategia occidental para la guerra. De hecho, una fuente cercana a Zelenski ha afirmado a la cadena CNN que Ucrania ya ha modificado sus planes para evitar que se vean afectados por la filtración.

Pero más preocupantes para la Casa Blanca son las revelaciones sobre el espionaje de aliados como la propia Ucrania —desconfían de algunos generales—, Israel —cuyos servicios de inteligencia podrían haber alentado protestas contra el Gobierno— o Corea del Sur —que se habría planteado apoyar a Kiev rompiendo así su neutralidad—. La exhibición de los archivos ha provocado una tormenta diplomática. Y no sólo porque se evidencia que Washington desconfía y tiene ojos y oídos en todas partes sino porque varios de los documentos filtrados están etiquetados como ‘Noforn’: o sea, que no se pueden compartir con servicios de inteligencia de otros países.

Por otro lado, en los archivos se recoge el miedo a que China pueda aprovechar ataques ucranianos en territorio ruso como una oportunidad para presentar a la Otan como la agresora e información que deja a varios aliados en una situación comprometida: revelan los planes de Egipto para fabricar 40.000 cohetes y enviarlos en secreto a Rusia, así como el intento de comprar munición a Turquía, un miembro de la Alianza Atlántica, por parte de Wagner, cuya influencia en África va en preocupante aumento.

Dudas sobre la veracidad

Las extrañas circunstancias en las que se ha producido la filtración facilitan que ahora se ponga en duda la veracidad de las informaciones. Expertos estadounidenses no descartan que los documentos sean reales, aunque aún se desconoce quién los publicó, pero aseguran que hay partes que han sido alteradas. Ucrania los ha tachado de falsos y Seúl afirma que «algunos datos» no son correctos. Sin detallar cuáles, claro. En esta situación, es lógico que las redes se hayan llenado de teorías que apuntan a una filtración intencionada para confundir a Moscú. Por su parte, en Rusia diferentes medios están mezclando las filtraciones con declaraciones falsas de funcionarios estadounidenses para hacer creer a la audiencia que EEUU «autoriza y alienta» ataques de Ucrania fuera de sus fronteras.

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