Diario de León

Rebaja el optimismo de Bush y dice que Ariel Sharon no ofreció nada «sustancial» a su pueblo

La cumbre de Áqaba refuerza como líder palestino a Arafat y no a Mazen

Los grupos radicales israelíes y palestinos anuncian que no abandonarán la lucha armada

Las calles de Palestina amanecieron ayer literalmente empapeladas con póster de Arafat

Las calles de Palestina amanecieron ayer literalmente empapeladas con póster de Arafat

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C. Tristán - corresponsal | jerusalén
León

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La cumbre de Áqaba, considerada un éxito por el Gobierno norteamericano, sigue provocando airadas protestas entre los grupos radicales israelíes y palestinos que, por primera vez, se han puesto de acuerdo en un punto: su rechazo rotundo a la Hoja de Ruta. Ayer el Frente Popular de Liberación Palestina, de corte marxista, anunció que no abandonará la lucha armada, al igual que las organizaciones islámicas Hama y Yihad Islámica. El gran ignorado de la cumbre, el presidente Yaser Arafat, se pronunció ayer sobre el encuentro de Áqaba para subrayar que Ariel Sharon «no ha ofrecido ninguna cosa tangible» a los palestinos. Todo parece indicar que la figura del veterano presidente se ha reforzado entre su pueblo frente a la de Abu Mazen, que en su discurso, al término de la cumbre, no hizo ninguna referencia al sufrimiento palestino provocado por la violencia israelí. Cientos de personas se manifestaban ayer en Gaza ondeando retratos de Arafat, por unas calles empapeladas con la cara de su carismático presidente. Mientras tanto, el ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, se reunía ayer con los jefes militares de su ejército en Cisjorania para planificar el desmantelamiento de entre 15 a 20 asentamientos judíos levantados sin permisos oficiales, los llamados maajazim . Una tienda y un bidón de agua Estos mini-asentamientos son precarias posiciones de avanzadilla -meras tiendas de campaña con un tanque de agua- de los colonos judíos en la conquista de la tierra palestina, que consideran su «tierra prometida». Una política apoyada por Ariel Sharon en el pasado, cuando estaba al frente de la oposición, plasmada en su famosa consigna a los colonos, «¡Corred a las colinas!». En medios militares, existe incluso el temor fundado de que los jóvenes colonos recurran incluso a las armas -que usan para defenderse de los palestinos- si los soldados israelíes intentan desalojarlos. Ariel Sharon, que ha pasado de héroe a traidor para la extrema derecha nacionalista y religiosa de Israel, es ahora el hombre más protegido de todo el país ante un temor fundado de un posible magnicidio, como el que terminó con la vida de Isaac Rabin en 1995.

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