La provocación de Sharon

EL SANGRIENTO atentado de ayer en Jerusalén-oeste tiene una característica que lo hace único: muy probablemente no se habría producido sin el intento de asesinato de Abdelaziz alRantisi el día anterior. La razón de esta hipótesis es que, según todos los observadores, Hamás estaba listo para declarar un alto el fuego. Rantisi sobrevivió milagrosamente a los misiles lanzados con el permiso de Sharon. Políticamente, la posición de Sharon es incomprensible porque esta sobreentendido que el Hamas, bien impresionado por los matices y precisiones de Abu Mazen, se disponía a reanudar el avanzado diálogo político con el primer ministro palestino, al que iba a ofrecer un alto el fuego más que suficiente para permitir el despegue de la Hoja. Sharon parece dispuesto a cometer lo que Simon Peres (quien tildó el atentado de «grave error») llamó en su día «el peor de los pecados: deteriorar la relación estratégica con Washington». Uno de los portavoces de Sharon, Raanan Gissin, añadió la notable explicación de que matar a al-Rantisi era un intento no de hacer naufragar la Hoja de Ruta sino, al contrario, librarla de uno de sus adversarios... Increíble, pero cierto.