Israel usa el atentado en un autobús para seguir construyendo el muro

Un nuevo atentado suicida sacudió ayer el sector judío de Jerusalén causando la muerte de nueve personas, incluido el suicida, en la víspera del inicio de las audiencias que a partir de hoy hará en la Haya el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) sobre el muro que Israel está construyendo en Cisjordania. La explosión ocurrió poco después de las ocho y media de la mañana en un autobús urbano que circulaba por el barrio de Rehavia, cerca del lugar donde tuvo lugar el último atentado el 29 de enero, esta vez a sólo 300 metros de la residencia del primer ministro Ariel Sharón. El suicida era Muhammad Zal, un joven de 23 años oriundo de un pequeño pueblo cercano a Belén, justo al sur de Jerusalén, casado y padre de un niño, y que habitualmente trabajaba como albañil en el área de Har Homa, el último asentamiento judío que Israel ha construido en el sector ocupado de Jerusalén. La familia de Zal abandonó su casa poco después del atentado en previsión de que el Ejército la demoliera. Los soldados detuvieron a su esposa, la madre, el padre y sus cuatro hermanos. Ninguna sospecha Fuentes policiales dijeron que Zal, salió de su casa a las 6,30 y sorteó los controles militares hasta llegar al barrio judío de Talpiot, que es otro asentamiento. En Talpiot subió al autobús de la línea 14. En ese momento había un guardia de seguridad en el vehículo a quien Zal no le pareció sospechoso. El guardia abandonó el autobús y poco después, en la parada de Emeq Refaim subió un segundo guardia que bajó dos paradas después sin reparar tampoco en el suicida, que pertenecía a las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, unas milicias afiliadas a Fatah pero que con frecuencia actúan por su cuenta. El primer ministro palestino, Abú Alá, condenó el atentado y exigió que cesen «inmediatamente» todos los actos de violencia. Por su parte, las autoridades israelíes consideran que el atentado justifica la construcción del muro de Cisjordania. Los últimos atentados se han producido en lugares donde el muro no se ha levantado todavía. Esta circunstancia fue aprovechada por los líderes israelíes para asegurar que si el muro se hubiera concluido lo de hoy no habría ocurrido. «El ataque prueba que es muy urgente construir la valla», dijo el ministro de Exteriores, Silvan Shalom. «El muro es claramente una medida preventiva y vamos a continuar construyéndolo porque salva vidas». Israelíes y palestinos han enviado a la Haya delegaciones extraoficiales con objeto de hacer propaganda y presionar a los magistrados. Los israelíes exhibirán el esqueleto del penúltimo autobús que sufrió un atentado suicida y fotografías de todos los israelíes que han muerto en la segunda Intifada. La Autoridad Palestina ha ordenado a todas las escuelas de Cisjordania y Gaza que cierren sus puertas a media mañana para que los niños puedan acudir a las manifestaciones que tendrán lugar en los territorios ocupados.