Alemania reacciona tras la resaca electoral

En un delicado intento destinado a minimizar el resultado electoral obtenido por dos partidos de la ultraderecha el domingo pasado en los estados federados de Sajonia y Brandeburgo, varios líderes políticos nacionales destacaron que la democracia en Alemania no estaba en peligro, tras reconocer que el éxito neonazi era alarmante. «El resultado inquieta a todos los demócratas, pero debemos luchar para no darles una nueva oportunidad a estos partidos», dijo el canciller, Gerhard Schröder, que reapareció en Berlín aliviado ante la certeza que su partido no sufrió un nuevo desastre electoral. El resultado del Partido Nacional Demócrata (NPD) en Sajonia, donde pasó de un miserable 1,4% en 1999 a un 9,2%, despertó el temor de que el Este del país podría estar confrontado a una peligrosa radicalización política que favorecería a los neonazis. También el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Franz Müntefering, calificó de «alarmante» la situación, pero insistió en que la democracia alemana era suficientemente fuerte para hacerle frente. «Los neonazis nunca volverán a tener una nueva oportunidad en Alemania», dijo el presidente del SPD, sin mencionar que los neonazis en Sajonia casi igualaron el resultado de su propio partido. La presidenta de la CDU, Angela Merkel, interpretó el resultado como el reflejo de un gran «sentimiento de inseguridad», pero evitó comentar el resultado del NPD en Sajonia, donde su partido perdió 15 puntos con respecto a las ultimas elecciones de 1999. En cambio, uno de los militantes más distinguidos de la CDU, el presidente de Alemania, Horst Köhler, se atrevió pedirle a los políticos que siguieran con atención el desarrollo de los dos partidos de la ultraderecha. «No hay que dejarse contagiar por el pánico, porque Alemania está inmersa en un proceso de cambios que al final traerá buenos resultados», dijo Köhler. La prensa, al rescate La campaña para opacar el éxito electoral del NPD en Sajonia y el buen resultado de la Unión Popular alemana (DVU) en Brandeburgo, también contagió a la prensa nacional, que intentó descalificar la eficacia política de los dos grupos de la ultraderecha. El Süddeutsche Zeitung recordó que el jefe de propaganda de los nazis, Joseph Göbbels había dicho a los diputados electos del partido, en 1933, que debían actuar como lobos disfrazados de ovejas, para eliminar el sistema democrático. «Comparados con ellos, los extremistas de la ultraderecha son ovejas disfrazadas de lobos», destacó el periódico al recordar la incompetencia que han mostrado los diputados de la ultraderecha en legislaturas regionales anteriores. «¡No, la democracia no está en peligro!», insistió el periódico económico Handelsblatt.