Hezbolá moviliza a un millón y medio de libaneses contra la injerencia extranjera en el país

Hezbolá logró su objetivo. Un millón y medio de libaneses salió ayer a la calle en Beirut para protestar contra la injerencia extranjera en el país. A la misma hora, el ejército sirio continuaba los preparativos de repliegue hacia el valle libanés del Bekaa. «No a EE.?UU. No a Francia. No a las injerencias extranjeras. No a la resolución 1559. Beirut libre. Que salgan los EE.?UU. Gracias Siria. Levanta la cabeza, Líbano, la resistencia no dejara que te humillen», eran algunos de los eslóganes que aparecín en las pancartas portadas por la multitud. Al comienzo de la manifestación, una de las mayores concentraciones de masas en la historia moderna del Líbano, los numerosos presentes observaron un minuto de silencio en memoria del ex primer ministro Rafic Hariri, asesinado el pasado 14 de febrero, antes de escuchar el himno nacional libanés. Los manifestantes, enarbolando banderas libanesas y retratos de los presidentes sirio Bachar El Assad y libanés Emile Lahud, así como del jefe del Hizbolá, Hassan Nasralá, acudían de todas partes en filas nutridas. Al llegar a la plaza Riad Solh, donde se levantó una tribuna al lado de la estatua de este héroe de la independencia, las mujeres eran separadas de los hombres por militantes del Hezbolá completamente vestidos de negro. Mientras, Bush siguió con su estrategia. «Las tropas y los servicios de inteligencia sirios deben retirarse de Líbano», afirmó el presidente estadounidense.