Schröder y el adelanto electoral, ahora en manos del presidente alemán

El canciller alemán, el social-demócrata Gerhard Schröder, rizó ayer el rizo político al someterse a una moción de confianza, que logró perder adrede, con el objetivo de provocar el adelanto a septiembre de las elecciones generales alemanas a septiembre. Schröder pretende así volver a presentarse como candidato socialdemócrata a canciller para medirse en las urnas con la líder conservadora Ángela Merkel (CDU-CSU). Para lograrlo, se ha visto forzado a recurrir a la artimaña política de plantear una moción de confianza con el objetivo de perderla, fórmula que muchos juristas consideran anticonstitucional. Algunos diputados recurrirán ante el Tribunal Constitucional la vía elegida por Schröder. De los 595 diputados que votaron ayer en el Bundestag (Parlamento alemán), 296 votaron en contra, 151 votaron a favor y 148 se abstuvieron. El Parlamento retiró ayer al canciller su confianza, superando el primer obstáculo jurídico para disolver el Parlamento. Ahora el presidente federal, Horst Köhler, tendrá tres semanas de plazo para decidir si convoca elecciones anticipadas. Köhler, que carece de poder político en circunstancias normales agotará los 21 días de plazo dado «la complejidad» de la cuestión. Razones Schröder explicó ante el Bundestag que no tiene margen de maniobra para gobernar por lo que cree imprescindible la convocatoria de elecciones. «Es un deber de justicia y sinceridad ante los ciudadanos, ante mi partido, mis socios de coalición, la Cámara alta y ante mi mismo plantear la moción de confianza», dijo el canciller. La impopularidad de la Agenda 2010 (el conjunto de reformas económicas y sociales de Schröder), las constantes amenazas de rebelión dentro del ala izquierda del SPD y Los Verdes, el bloqueo continuo de sus propuestas de ley en el Bundesrat (la Cámara alta donde están representados los länder) por parte la oposición (con mayoría en esta cámara), la creación de una Alianza de Izquierdas liderada por Oskar Lafontaine y Gregor Gysi y las derrotas consecutivas del SPD en las elecciones regionales son algunas de las razones esgrimidas por Schröder para plantear la moción de confianza y forzar la convocatoria de elecciones anticipadas. La campaña electoral comenzó extraoficialmente ayer. Schröder y el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, dejaron a claro que no están dispuestos a tirar la toalla tan facilmente. «Vamos a luchar», dijeron. Un balance negro Merkel recordó «el balance negro» de siete años de Gobierno rojiverde. Frente a la política «en zigzag» de Schröder, la candidata conservadora promete una política «hecha y derecha». La jefa de la oposición conservadora, Angela Merkel, dijo «respetar» la decisión de Schröeder de recurrir al voto de confianza y se pronunció a favor de las elecciones anticipadas. «Lo que ocurre aquí es una escenificación absurda (...) No quiere nuestra confianza. Quiere perder esta votación» WERNER SCHULZ Parlamentario de Los Verdes