Acusan al Vaticano de proteger al mayor criminal de guerra croata

La Iglesia vuelve a verse mezclada en la parte más oscura de la política de Croacia, único país católico de los Balcanes y donde tiene un gran protagonismo. La fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), la italiana Carla del Ponte, acusó ayer al Vaticano de no colaborar en la captura del general Ante Gotovina, acusado de crímenes de guerra, e incluso afirmó que «lo está protegiendo», pues asegura tener pruebas de que se oculta en un monasterio franciscano de Croacia. Sin respuesta del Papa También dijo que ha escrito directamente al Papa sin obtener respuesta. Gotovina, buscado desde el 2001, es el más famoso de los mandos croatas huidos de la Justicia y, de hecho, su entrega es una de las condiciones que están bloqueando la entrada de Croacia en la UE, aunque el gobierno mantiene que no se encuentra en el país. EE. UU. ofrece cuatro millones de euros por su captura y el Tribunal de La Haya le acusa de haber organizado el asesinato de 150 serbios y la deportación de otros 200.000 en 1995. No obstante, Gotovina es considerado por muchos en su país como un héroe nacional y el obispo de Gospic y Senj, Mile Bogovic, le calificó hace poco como «símbolo de la victoria». La Iglesia católica croata ha estado tradicionalmente ligada al nacionalismo de este país, pues la religión es la principal seña de identidad de los croatas frente a ortodoxos y musulmanes del resto de la antigua Yugoslavia. El Vaticano fue el primer estado que reconoció Croacia cuando declaró su independencia y siempre ha defendido a religiosos acusados de complicidad en matanzas fascistas de la Segunda Guerra Mundial. La fiscal de La Haya asegura que posee «informaciones» sobre la presencia de Gotovina en un convento.