Respaldo aplastante argelino al plan de paz y reconciliación

Sin sorpresas, los argelinos han dado la luz verde a su presidente, Abdelaziz Buteflika, para aplicar su «Carta por la paz y la reconciliación», que el jefe del Estado considera como la única alternativa para alcanzar la paz y terminar con el terrorismo, una lacra que azota el país desde hace 15 años. Ese apoyo a Buteflika se ha materializado en una impresionante movilización del electorado en el referéndum celebrado ayer y cuyos resultados se dieron a conocer ayer, con una participación calificada de excepcional -una tasa nacional del 79,76%- y un pleno sosten, sin ambigüedad alguna, a la estrategia presidencial. Como se preveía ya desde hace semanas, el «sí» a lo que supone una amnistía gradual, no sólo para los terroristas, sino también para todas las personas vinculadas con la violencia, ha logrado una gran victoria, con el 97,36%, más de 14 millones de votos. También como es habitual, la Cabilia, región tradicionalmente rebelde y opuesta a todo lo que emana del poder central de Argel, boicoteó la consulta, pues la participación en sus dos provincias principales, Tizi Ouzou y Bejaia, no superó el 11%. Además, según fuentes oficiales, se registraron incidentes, como la destrucción y el incendio de urnas, en una quincena de pueblos. Los argelinos que viven en el extranjero, principalmente en Francia, tampoco han mostrado un gran entusiasmo y de los más de 900.000 inscritos sólo votó algo más del 35%. Apoyo de los más castigados Lo más destacable de la consulta popular es que la participación más importante, con récords nunca antes alcanzados, se ha registrado en las regiones del país que han pagado el mayor tributo al terrorismo islamista. Es el caso de las provincias de Blida, Medea, Relizane o incluso Clef, donde las heridas siguen abiertas por el terror. A la vista de los resultados del escrutinio, el presidente argelino tiene las manos libres para, en primer lugar, arrinconar a quienes, dentro del Estado, obraban para hipotecar la política de reconciliación, a los que Buteflika se ha referido, sin nombrarlos, en sus mítines por el país para dar a conocer el contenido de la carta. Por otra parte, la aprobación masiva da al jefe del Estado la posibilidad de ofrecer una nueva oportunidad a los miembros de grupos armados aún activos de deponer las armas y reintegrarse en la sociedad. El texto prevé el abandono de acciones judiciales y la concesión de medidas de gracia para los potenciales «arrepentidos» y miembros de las redes de apoyo que no han cometido matanzas colectivas, atentados con bombas o violaciones. Los autores de este tipo de delitos serán juzgados, aunque se beneficiarán de sustanciales reducciones de condena.