Prodi, favorito en una votación que secundaron dos millones de personas

Un gran éxito ha acompañado al experimento del centro izquierda italiano que ayer ha celebrado las elecciones primarias de las que saldrá el candidato para enfrentarse al presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, en las elecciones de mayo del 2006. Ni los más optimistas podía vaticinar que más de dos millones de personas se acercaran a las mesas electorales instaladas en sedes de partidos, en comercios o en bares. Los líderes de los partidos que forman el Olivo manifestaban su satisfación ante la respuesta de los electores, sobre todo de las grandes ciudades. El favorito, Romano Prodi, que votaba en Bolonia, declaró que «era una bonita forma de democracia y de respuesta a la ley elctoral». Para Berlusconi, Prodi solo tiene un método para ganar: «Hacer votar solo a la izquierda», ha dicho. Para poder acceder al voto, los ciudadanos debían presentar su tarjeta electoral, firmar el programa electoral del Olivo y pagar un euro simbólico. Tras esto, el elector disponía de una papeleta con los nombres de los siete candidatos, cada uno perteneciente a un grupo de la coalición.