Israel lanza su primera gran operación terrestre en el Líbano

Al menos 2.000 soldados israelíes participaron ayer en la ocupación de dos aldeas libanesas para luego desocupar una de ellas y mantener las tropas en la segunda, en la primera operación terrestre de gran envergadura del Ejército hebreo dentro de Líbano once días después del inicio de la guerra. Los soldados hebreos y los milicianos de Hezbolá entraron en contacto en varias ocasiones. Pese al hostigamiento, los guerrilleros se las apañaron para seguir lanzando sus cohetes sobre el norte de Israel. Ayer fueron 120 proyectiles que hirieron a ocho israelíes. Apoyados por el fuego que la artillería disparaba desde el interior de Israel y por la aviación, los soldados ocuparon el pueblo de Marun al Ras, muy cerca de la frontera, y entraron temporalmente en otra aldea, Yarun, que evacuaron poco después, tras ocupar momentáneamente una posición perteneciente a los cascos azules de la ONU. Mediada la tarde una unidad mecanizada partió de Israel y llegó a Marun al Ras para apoyar a los soldados. Túneles Los milicianos se refugian en túneles que han construido cerca de los pueblos y en zonas montañosas, salen puntualmente para disparar los cohetes contra Israel y vuelven a los túneles, que son una especie de búnkeres que no pueden ser destruidos por la artillería. Fuentes de la seguridad libanesa dijeron que no se podía hablar de una invasión puesto que las tropas israelíes apenas habían penetrado algunos metros en Marun al Ras y Yarun. El viernes se incorporaron a filas 5.000 reservistas y es pro-bable que los militares vayan de pueblo en pueblo destruyendo las posiciones de la guerrilla, aunque también podrían dejar el trabajo a la aviación ya que Israel ha encargado a Estados Unidos el envío de bombas de hasta dos toneladas de peso que en principio serán usadas contra los búnkeres donde se ocultan los milicianos. Los principales contingentes de tropas están concentrados en el lado israelí de la frontera a la espera de que los mandos decidan si entran o no. El ministro de Defensa, Amir Peretz, reiteró ayer que Israel no quiere conquistar Líbano. En las últimas noches los liba-neses que todavía no han huido del sur han recibido llamadas telefónicas del Ejército israelí durante la madrugada en las que se les conmina a escapar y a colaborar con el Ejército delatando a los milicianos. Los israelíes ordenaron a los 400.000 libaneses que viven por debajo del río Litani que abandonaran sus hogares antes de las siete de la tarde. Numerosas familias siguen huyendo en dirección a Beirut a pesar de que se trata de una acción muy arriesgada debido a la presencia continua de cazas. De hecho ayer, uno de los ataques de los F-16 destruyó un vehículo en el que una familia huía hacia el norte matando a los padres e hiriendo a sus hijos. En lo que va de guerra han muerto 370 libaneses y 33 israelíes. Los F-16 destruyeron también repetidores de comunicaciones situados en el norte y en el centro de Líbano, dejando sin señal a la principal televisión del país y a otras cadenas de radio y televisión.