Diario de León

Olmert se lo pidió a Prodi tras las reticencias mostradas por Francia para encabezar la misión

Italia duda si asumir el liderazgo de los cascos azules en el Líbano

Bush anuncia que donará 230 millones para la reconstrucción logística del país

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Óscar Santamaría - corresponsal | nueva york
León

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Italia no ha decidido aún si va a liderar la misión internacional de paz de la ONU en Líbano, como pidió el domingo el primer ministro de Israel después de que Francia manifestara sus reservas sobre el envío de tropas. El Gobierno de izquierda liderado por Romano Prodi no pone en cuestión su compromiso y política a favor de la paz en el Líbano ni de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, pero quiere, como Francia, que el mandato y las condiciones con que se manejarán las tropas en ese país sean precisos. Lo mismo pasa con España. El temor de todos los posibles participantes en la fuerza es que, además de no tener un mandato claro, podrían verse atrapados en una nueva escalada del conflicto. De hecho, las escaramuzas continúan. Ayer tropas israelíes dispararon contra un grupo de milicianos de Hezbolá que, según ellos, «tenían una actitud amenaza-dora». Dos murieron. Además de Israel, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, el primer ministro británico, Tony Blair, y la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, se han pronunciado a favor de que Italia encabece el contingente internacional. Mientras, en Israel continúa el debate interno sobre los fallos cometidos en la guerra. Ayer le tocó el turno al general de brigada Yosi Hyman, a quien ya se le conoce en el país por sus frecuentes explosiones verbales. Hyman admitió que la invasión de Líbano dejó mu-cho que desear desde el punto de vista militar. «Algunas veces hemos pecado de arrogancia», confesó el general. Olmert reaccionó pidiendo a los críticos que dejen «la autoflagelación» para más tarde y se centren en «preparar lo que vaya a venir». Desde EE.UU. Mientras, George W. Bush dio ayer una conferencia de prensa para anunciar que donará 230 millones de dólares para la reconstrucción del Líbano. «Es la contribución más efectiva que podemos hacer en este momento», señaló al recordar que Estados Unidos no enviará tropas dentro de la fuerza multinacional que asegurará el frágil alto el fuego entre Israel y Hezbolá que entró en vigor hace una semana. Su contribución se limitará al apoyo logístico y a proveer información de inteligencia. A este respecto, George Bush volvió a reiterar ayer la «urgente necesidad» de que esa fuerza se despliegue lo antes posible. Por eso, el presidente estadounidense pidió que se defina cuanto antes quién liderara la misión, después de que Francia diera un paso atrás. Sobre Irak, reconoció que el saldo de más de 2.600 soldados americanos pesa cada día más en la opinión publica. «Algunas veces me siento frustrado, sorprendido. Las guerras no son épocas de alegría», indicó el presidente estadounidense.

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