Bachelet afronta las primeras protestas bajo su mandato

Cien personas fueron detenidas y varias resultaron lesionadas ayer en la capital de Chile al reprimir la policía la protesta convocada por los sindicatos contra la desigualdad social, que congregó a miles de manifestantes. Con gases lacrimógenos y vehículos lanza-agua fuerzas policiales dispersaron a los participantes, que intentaban marchar desde cuatro puntos neurálgicos de Santiago hacia el centro de la ciudad y fueron bloqueados además por agentes de la policía montada. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, afirmó que en su Gobierno los trabajadores «siempre» podrán expresar sus demandas y sus derechos pero pacíficamente. «Hay un límite y quiero que todos lo entiendan muy bien», afirmó Bachelet en alusión a actos de violencia. Para ello, dijo a los periodistas, «se requiere de diálogo y no de presión, de acuerdos y no de violencia, porque la democracia no necesita desorden ni violencia. Hay espacios en la democracia para expresarse pacíficamente», recalcó la mandataria socialista. «El Gobierno cometió un error, debió haber autorizado la marcha», subrayó el senador a los periodistas. A la protesta se adhirieron unos 20 gremios, además de dirigentes de partidos de izquierda, como el Comunista. Matanza de 1987 La Corte Suprema chilena confirmó la condena a prisión perpetua al general retirado del Ejército Hugo Salas Wenzel, por la matanza de doce opositores en 1987, informaron fuentes judiciales.De esta manera, el ex jefe de la Central Nacional de Informaciones se ha convertido en el primer general condenado a cadena perpetua por violaciones a los derechos humanos. Salas Wenzel fue sentenciado en calidad de inductor de la Matanza de Corpus Cristi, perpetrada por agentes de la CNI entre el 15 y el 16 de junio de 1987 en venganza por el atentado contra el fallecido dictador Augusto Pinochet (1973-1990), cometido en septiembre de 1986.