Diario de León

OPINIÓN

El complicado papel de Europa

Publicado por
ENRIQUE VÁZQUEZ
León

Creado:

Actualizado:

LA CRISIS en Georgia ha acelerado súbitamente el conflicto latente entre los EE.UU. y buena parte de sus aliados y la Federación Rusa, y ha adquirido tintes de neoguerra fría, pero también ha permitido la reaparición, discreta pero perceptible, de la célebre vieja Europa , la que rehusó acompañar a Washington en la aventura iraquí. En efecto, tras los comunicados oficiales se advierte la falta de entusiasmo en París y Londres para apuntarse en la cruzada americana contra Rusia, gestionada ahora no por Donald Rumsfeld, el que acuñó la expresión vieja Europa , sino por Condoleezza Rice, secretaria de Estado del gobierno Bush. Rice, una reputada rusóloga en sus días universitarios antes de ser reclutada por la administración republicana, aclaró su propósito antes de asistir en Bruselas a la reunión extraordinaria de la Otan: «no permitiremos que Rusia erija líneas rojas ante los países de su entorno que aún no están en las estructuras tras-atlánticas», o sea, Georgia, Ucrania y Macedonia. Con este planteamiento y la autoridad abrumadora de Washington en la alianza, era difícil que el comunicado final de la sesión del martes fuera distinto del que fue, modesto, genérico y multiuso. Bien leído, no dice nada irreparable ni es un banderín de enganche para entusiastas anti-rusos, que en Europa son sólo los países del Este últimamente ingresados en la UE más el Reino Unido. Quien quiera comprobar los dos tonos tan distintos que pueden registrarse en el continente sobre lo que sucede puede leer el artículo publicado en The Times por el ministro británico de Exteriores, David Miliband, y la entrevista a Der Spiegel del ex canciller alemán Gerhard Schröder. El primero, en completa sintonía con Washington, está por dar una lección a Rusia y el segundo cree que el Oeste está cometiendo «muchos errores», entre los que menciona la presencia de militares norteamericanos en Georgia. En París se recuerda que el plan de paz vigente es obra directa del presidente Sarkozy que, muy gaullista de repente, tuvo presente al redactarlo el sentimiento ruso y pensó en la relación franco-rusa y euro-rusa. La canciller Merkel ha encontrado el punto justo para no correr riesgos y todo el mundo sabe que su ministro de Exteriores, Frank Walter Steinmeier, es muy sensible, como Schröder a los argumentos de Moscú.

tracking