Fallece a los 82 años Monseñor Juan Ángel Belda Dardiñá, obispo emérito de León entre 1983 y 1987
Sus restos serán trasladados desde Huesca hasta León, donde mañana está prevista la celebración de un funeral en la catedral, donde recibirá sepultura
Monseñor Juan Ángel Belda Dardiñá, obispo de León de 1983 a 1987, falleció a los 82 años de edad, en Huesca, a las 7 horas de hoy lunes, 22 de febrero. La capilla ardiente se encuentra instalada en la capilla de la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Huesca. Esta tarde se celebrará un funeral por su eterno descanso en la catedral de Huesca.
Los restos mortales del obispo emérito de León serán trasladados a la ciudad y, en principio y a la espera de confirmación, la capilla ardiente se instalará durante la mañana del martes 23 en el Salón del Trono del Palacio Episcopal. El obispo diocesano, monseñor Julián López, presidirá el funeral en la catedral a las 17 horas de este martes. Recibirá cristiana sepultura en la misma catedral, en la Capilla Penitencial, antigua Capilla de San Andrés.
Monseñor Juan Ángel Belda nació en Bilbao el 7 de septiembre de 1926. Realizó sus estudios primarios con los Jesuitas de la capital vizcaína. Se licenció en Derecho Civil en la Universidad de Valladolid y fue profesor de esa materia en la Universidad de Deusto. Llamado al sacerdocio en su edad adulta, después de realizar los estudios eclesiásticos en Bilbao, se licenció en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Comillas y amplió estudios en la Universidad Gregoriana de Roma.
Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1960, a los 33 años, en Bilbao. En su diócesis, fue profesor de Teología Moral en el Seminario de Derio, fiscal y defensor del Vínculo del Tribunal Eclesiástico, responsable de la Formación Permanente del Clero, miembro del Consejo Presbiteral y de Pastoral, y asesor jurídico del Obispado. También fue profesor de Derecho Natural en la Facultad de Teología de la Universidad de Deusto, de la Compañía de Jesús.
El 31 de enero de 1978 fue nombrado por el Papa Pablo VI obispo de Jaca hasta el día 28 de julio de 1983. En 1981, durante unos meses, fue también administrador apostólico de Tarazona. En 1983 el Papa Juan Pablo II lo nombra obispo de León, donde entró el día 4 de septiembre, como sucesor de monseñor Fernando Sebastián, quien había presentado la renuncia para dedicarse plenamente a la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Española. Aquí permaneció hasta 1987, año en que el mismo Papa aceptó su renuncia a la Diócesis por motivos de salud.
Durante su pontificado en León constituyó una Comisión de Evangelización, animó varias Semanas de Pastoral Rural, dio forma y vida a las zonas pastorales nombrando vicarios episcopales para ellas, puso especial atención a la formación y misión de los arciprestes, promovió los Consejos parroquiales de Pastoral. Inauguró el templo de la parroquia de la Asunción y, a pesar de sus limitaciones, realizó la visita pastoral a algunos arciprestazgos.
También aprobó los nuevos estatutos de los Cabildos Catedral y Colegial, adaptados al nuevo Código de Derecho Canónico, promulgado en 1983 por el Papa Juan Pablo II. Una vez jubilado de León todavía fue profesor de Derecho Natural en el Icai-Icade de Madrid durante el curso 1987-1988. Durante estos años residió en Madrid, Bilbao y finalmente en Huesca, donde falleció en la madrugada del día 22 de febrero de 2010.