El Ayuntamiento coloca la valla del parque municipal de Pocoyó

Con el horizonte de inauguración no más allá del mes de diciembre, la empresa adjudicataria de la reforma del paseo de Papalaguinda ya ha procedido a la colocación de la valla que protegerá a los niños que jueguen en el parque de Pocoyó de los coches y bicicletas, que tienen sus carriles pegados a la zona de juegos infantiles. El elemento de separación aplaca la polémica que surgió durante la construcción de la infraestructura, que definía un espacio inseguro para los menores, con la carretera a menos de 3 metros de la carretera por la que circulan los vehículos y pegada al nuevo tramo de carril bici municipal, con apenas 100 metros de itinerario que se piensan continuar más adelante por la acera hasta llegar a la plaza de toros.

El proyecto de reurbanización del primer tramo de Papalaguinda, financiado con cerca de 250.000 euros de fondos estatales del Plan E 2010, se definió como un espacio cortado al tráfico de vehículos, lo que impedía la entrada desde la plaza de Guzmán, y la construcción de canchas polideportivas. Las protestas de la federación de asociaciones de vecinos Rey Ordoño II derivó en que el Ayuntamiento, por medio del alcalde, decidiera variar la concepción de la iniciativa. Este cambio, que de manera principal permite mantener el tráfico en todo el paseo, hizo que hubiera que improvisar varios elementos que justificaran la obra: un espacio para el aparcamiento de autobuses, con el fin de desahogar Santo Domingo, y un parque, en el primero se habló de colocar aparatos de gimnasia para mayores y luego aparecieron los juegos de Pocoyó.