La oficina del general de la Guardia Civil, del Plan E, lleva un año de retraso

El 13 de marzo de 2009. Esta fue la fecha de inicio de las obras para el traslado de las oficinas de la XII Zona de la Guardia Civil de Castilla y León desde la céntrica avenida de la Condesa al acuartelamiento en Fernández Ladreda.

Unas oficinas que albergan las dependencias del general de la Guardia Civil en Castilla y León y otras dependencias del cuerpo, como los servicios jurídicos. Las obras, encargadas a la empresa Tragsa por un total de 223.581,9 euros, fueron realizadas con cargo a los fondos del Plan E y tenían un plazo de ejecución de nueve meses. Esto quiere decir que el traslado de dichas oficinas acumula un retraso de más de un año y medio, ya que debían de haberse finalizado el 13 de diciembre de 2009.

El retraso se debió a algunas modificaciones en el proyecto y a la propia dilación de las obras. Sin embargo, el por qué no se ha producido el traslado se debe a que todavía, a pesar del tiempo transcurrido, las oficinas del acuartelamiento no están habilitadas. Y eso que los responsables de contrataciones de la Guardia Civil en Madrid han asegurado a este periódico que la confirmación de la obra se recibió el pasado 31 de marzo, por lo que tiene ya un acta favorable y la recepción de la obra está firmada por el interventor general. «La obra está finalizada y el expediente cerrado», aseguran. El hecho de que no se haya producido aún el traslado de las dependencias un año y medio después de lo que debía ser el fin de las obras provoca, no sólo una división de las dependencias de la Zona (algunas de las cuales ya están en el acuartelamiento), sino la necesidad de que once guardias se ocupen de la seguridad de las oficinas.

Estos agentes serían liberados para ocuparse de otras funciones si las oficinas de Zona estuvieran en el interior del acuartelamiento de la capital, donde la seguridad está garantizada al ser el lugar de residencia de los guardias y sus familias y contar con cierre perimetral, cámaras y seguridad constante. «Ahora es necesario un servicio de seguridad continuo, que no haría falta si las oficinas estuvieran en el acuartelamiento», confirma Santiago Duarte, el secretario general en León de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, AUGC. En las oficinas, además del general, Alfonso Santos Ferreiro, prestan servicio otros seis guardias civiles.

Los propios responsables de la Benemérita reconocen que el traslado liberaría a estos guardias civiles y les permitiría dedicarse a otras funciones. «Estos once agentes se recuperarían para seguridad ciudadana», confirma el responsable de Comunicación de la Guardia Civil en Castilla y León. Los responsables de la Benemérita señalan que el principal problema para realizar el traslado es la falta de recursos materiales para la oficina, que se encuentra vacía. «Estamos a la espera de que la Jefatura de Apoyo en Madrid nos dé los recursos materiales y eso no sabemos si va a tardar 15 días o varios meses», señalan.

Reconocen que este retraso se debe a problemas económicos, que están alargando la necesaria dotación de módulos de despacho para las oficinas. «Sabemos que el momento económico no es muy bueno», añaden.

Esta dilación en la dotación de las nuevas oficinas de la Guardia Civil se suma así al al retraso producido en las obras, por lo que el renovado espacio dentro del acuartelamiento de Fernández Ladreda se encuentra todavía sin uso a pesar del importante desembolso que supuso por parte de los fondos pertenecientes al Plan E.