Rodríguez y Picallo dejan paso libre a Díez tras no lograr el apoyo del grupo

Al final, «no habrá pugna dentro del grupo» municipal socialista, como anunciaron ayer las actuales portavoz y viceportavoz del PSOE, María Rodríguez y Natalia Rodríguez Picallo, quienes subrayaron que ponen «a disposición los cargos» y que acatarán «la decisión tomada el pasado lunes por el comité local». Una decisión que asienta que la portavocía pasará a representarla el secretario general de la agrupación de León, José Antonio Díez, con el que han mantenido un enfrentamiento abierto que incluso las llevó a promover la apertura de un expediente disciplinario para que no pudiera hacerse con el mando del partido en la ciudad. No lo consiguieron, después de perder la cuota de poder en la provincial, ni han logrado frenarlo ahora con la suma de apoyos suficientes entre el resto de sus compañeros del grupo.

La capitulación se vendió como un muestra de «responsabilidad que exige representar a las siglas del PSOE». «No vamos a entorpecer la llegada del nuevo portavoz», recalcó Picallo, antes de que Rodríguez avanzara que «en principio» no se van a oponer «a la propuesta de la comisión ejecutiva municipal» en la votación que habrá entre los miembros del grupo «esta semana».

Las dos concejalas negaron que hayan tanteado sus apoyos entre el resto de miembros del grupo. «No queremos llegar a esa situación de llevar al grupo de concejales y al partido a una pugna en la que varios candidatos busquen apoyos, sino que preferimos respetar la decisión del partido, que refrende el grupo de concejales, y no hacer pasar durante más tiempo a las siglas por esas circunstancias que dañan al partido socialista», reseñó Rodríguez en su comparecencia pública. Una intervención escenificada alrededor de las 11.00 horas, apenas media hora después de salir de la reunión a la que habían convocado a los compañeros que consideraban que podían apoyarlas para sumar una mayoría: Agustín Pérez Lamo, Evelia Fernández, María José García y Catalina Díaz. Sólo ésta última, además de las dos secretarias de grupo, las arropó, lo que las dejaba en inferioridad frente a José Antonio Díez, Vicente Canuria, Francisco Gutiérrez y Susana Travesí, además de los tres ediles que con su ausencia mostraron su alineamiento con el que será nuevo portavoz.

Pese al tono conciliador que intentaron transmitir, las declaraciones estuvieron plagadas de alusiones al enfrentamiento. Pullas como las lanzadas por Rodríguez al asegurar que «ahora parece que hay mucha avidez por ser portavoz del grupo municipal socialista, pero hubo un tiempo en el que muchos declinaron esa opción, más de uno y más de dos», cuando hace 8 meses «se vieron momentos difíciles» con la salida de Francisco Fernández. Candidatos de los que, «por respeto a estos compañeros», se negó a dar nombres.

No perdió tampoco la oportunidad Picallo para citar que «aunque haya gente que lleve poco tiempo en el partido y no lo pueda entender», ella suma «23 años de militancia» en los que ha entendido que «por encima de las personas están las siglas del partido». «Ahí está nuestro trabajo. Si el PSOE entiende que hay otras personas que deben asumir esta tarea, volveremos a ejercer como concejalas de oposición, en este caso no llevando la dirección del grupo, trabajando para que nuestro partido recupere en las próximas elecciones el gobierno municipal», apuntó la edil.

«No tenemos ningún interés personal de mantenernos en el cargo, primero porque el trabajo político es de un grupo, no de una ni de dos personas, y segundo, porque son cargos por los que ninguna de las dos percibimos dedicaciones exclusivas, por los que los hacemos compatibles con nuestros trabajos», avisó Rodríguez, quien tuvo que dejar su dedicación exclusiva al entrar a trabajar en el clínico veterinario de la Universidad y no poder compatibilizar dos sueldos públicos.