El Ayuntamiento fija el día 1 como nueva fecha para asumir limpieza
La Junta de Gobierno rechaza las alegaciones de Urbaser sobre el estado del material .
El Ayuntamiento de León fijó ayer el 1 de febrero como fecha para asumir el servicio de la basura que ahora gestiona Urbaser. Y eso pese a rechazar las alegaciones de la empresa sobre el estado de parte de la maquinaria y las instalaciones, donde persisten importantes diferencias.
El concejal de Medio Ambiente, Julio Cayón, aseguró ayer, tras la Junta de Gobierno en la que se dijo no a las pretensiones de la empresa, que pese a todo existe «buena disposición» por ambas partes. Urbaser tiene 15 días a partir de ayer para presentar alegaciones, aunque desde el Ayuntamiento se mantiene la fecha del 1 de febrero. Prueba de ello es que para el martes que viene, 29 de enero, se aprobará en Pleno la asunción del contrato, según anunció Cayón.
«Estoy seguro de que será posible», insistió el concejal, que aseguró que las diferencias que mantienen ambas partes no son insalvables. «Son de chapa y pintura», resumió a preguntas de los periodistas.
Aunque no quiso ser muy concreto, Cayón admitió que las diferencias entre ambas partes se centran en el estado de conservación de material y vehículos. «Es nomal que haya diferencias porque son muchos años de servicio; pero ninguna es insalvable; más bien de intendencia», insistió. Entre ellas figura el estado de conservación de muchos contenedores, que ya tienen más de 8 años de uso.
En este periodo de transición, según añadió Cayón, el servicio estará garantizado. La municipalización de la recogida de basura, a su juicio, es «buena» para la ciudad de León, ya que supondrá un ahorro de más de ocho millones de euros, pues está previsto que el coste pase de 21 millones anuales a 12,3.
De forma paralela a ese tira y afloja con la empresa, la Concejalía de Personal mantendrá mañana una reunión con los sindicatos que se espera sea la última para fijar las nuevas retribuciones, tras una bajada que puede suponer más del 20% del sueldo. Según anunció ayer la concejala de Personal, Nuria Lesmes, la rebaja salarial será lineal; con el fin de que sea lo más justa posible. Lesmes no quiso dar una cifra por cerrada, pero admitió que la bajada de sueldos es necesaria para cuadrar las cuentas y pagar a fin de mes.
La edil también defendió la postura del Ayuntamiento desde el principio. Primero, porque no quiso imponer medidas unilaterales sino todo lo contrario. «Desde el primer momento se abrió una mesa de negociación», explicó la edil.
Pese a lo avanzado de las negociaciones, el acuerdo no se puede cerrar, según añadió, porque los trabajadores todavía no han pasado a su nuevo estatus. «Lo que hemos hecho es adelantar el trabajo», añadió.
El servicio quedará en principio con 221 trabajadores fijos, algunos de los cuales pueden ser recolocados en otras labores, con una bolsa de trabajo de unos 26 temporales, que ahora desaparecen, para cubrir bajas y necesidades puntuales. Para su seguimiento se creará una mesa técnica. «Confiamos plenamente en los trabajadores porque son profesionales», insistió la concejala.