Las rutas del contrato con Good Fly podrían variar «si no fuesen rentables»
La renuncia de Air Europa se sucede en paralelo a la adjudicación ayer del nuevo contrato de vuelos promovido por el consorcio del aeropuerto. Un compromiso con la compañía Good Fly, la única que presentó oferta, que se firma con una factura de 536.030 euros, cerca de 45.000 euros por debajo de licitación, en el que se recoge la programación de 214 operaciones, desde el 2 de junio hasta el 13 de octubre de este año. Vuelos a Alicante, Málaga y Palma de Mallorca, que se complementan con el refuerzo de los enlaces estivales a Menorca, Ibiza, otro más a la capital balear y un especial con destino a Tenerife.
El consorcio, mediante una nota de prensa, reseñó que «hasta la fecha en la que se publicaron las bases del contrato no existía una programación semejante a la que aparecía en las bases impuestas para la adjudicación», aunque «coincidiendo con esta publicación, otras compañías que operan desde el aeródromo leonés pusieron en marcha destinos que, en algunos casos, coinciden con los ofertados por Good Fly, con lo que algunos podrían tener una oferta sobredimensionada».
Un apunte hecho para avisar de «la posibilidad de poder llevar a cabo variaciones en los destinos si, tras la puesta en marcha de los diferentes vuelos, se comprobara que algunas rutas no fuesen rentables debido a la oferta».