Diario de León
Las tranquilas aguas del Cea se convirtieron ayer en una auténtica fiesta, en la que todo artilugio susceptible de flotar servía.

Las tranquilas aguas del Cea se convirtieron ayer en una auténtica fiesta, en la que todo artilugio susceptible de flotar servía.

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La alegría y el buen humor inundaron ayer Valderas gracias a la celebración, un año más, y ya van quince, del Descenso del Cea.

Más de una treintena de embarcaciones de todo tipo y cerca de un centenar de personas no dudaron en echarse al agua para participar en una actividad que ya es un clásico del verano.

La prueba comenzó pasadas las once y media de la mañana en el puente de Valencia de Don Juan y terminó una hora y media después dos kilómetros más abajo en el puente de la fábrica de Varela.

Cuanquier cosa sirvió para lanzarse al agua. Un simple neumático, un palé de madera... y, también, por supuesto, una barca, una canoa y una lancha a pedales. De todo había. Pero especialmente, buen humor y ganas de pasarlo bien.

La actividad se enmarca dentro de un programa de actos culturales organizados por las asociaciones Valdecea y Amuva en colaboración con el Ayuntamiento. Así, el sábado tuvo lugar la primera edición de un Carnaval de Verano. Hoy hay un concurso de pintura infantil en el colegio y una ruta turística. Además, continúa una exposición de pintura en el Seminario.

armando medina

leonalsol@diariodeleon.es

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