De 35 a 60 euros y con un catálogo de sabores según el gusto de los clientes
Los cigarrillos electrónicos están pensados para ayudar a dejar de fumar. Las tiendas especializadas ofrecen distintos modelos con precios que va desde los 36 a los 60 euros. La longitud más habitual es de 14,5 centímetros, como un bolígrafo. Los racambios, con distintas cantidades de nicotina, cuestan de 12 a 15 euros y una capacidad de 20 mililitros, con una duración media de 20 días. Y los hay con diferentes sabores: chocolate, mojito, café, mental.... así hasta setenta. «Es un 70% de ahorro al mes con respecto al tabaco y se gana en salud. La polémica viene porque no hay estudios sobre su uso», asegura Andrés Sala, propietario de uno de los comercios.
El cigarrillo consta de una batería y un atomizador, que es un recipiente de cristal o plástico transparente en donde se almacena el líquido que se transforma en vapor a su paso por la resistencia y que inhalará el consumidor desde la boquilla del aparato.
Tienen una autonomía equivalente a 600 o 900 caladas, según los miliamperios de la batería.
El líquido que se inhala en forma de vapor tiene los pertinentes certificados para su comercialización en cumplimiento con la normativa vigente.