Diario de León

Dos millones por las piedras de Jabalquinto

Los propietarios colocan en Internet un anuncio para desprenderse del palacio del siglo XVII. El palacete de la calle Juan de Arfe, que fue el emblema del fracasado plan de dinamización del casco histórico, sale a la venta. El destino de edificio en el que conviven los restos de una de las primeras casas judías con la bodega en la que se reunían los conjurados carlistas.

En el patio hay restos de la casa judía original.

En el patio hay restos de la casa judía original.

Publicado por
m. romero/á. caballero | león
León

Creado:

Actualizado:

La historia tasada en dos millones de euros. El precio que los actuales propietarios del Palacio de Jabalquinto han puesto en el cartel de venta que adorna su anuncio colocado en Internet, dentro de la página web de la inmobiliaria Aldeas Abandonadas. El coste de una de las casonas nobiliarias que resisten en la ciudad. Una de las primeras construcciones judías de León, datada en el siglo XV, como explica el historiador Alejandro Valderas, que cita como muestra la existencia del pozo del agua dentro de la vivienda, no en el patio, para que no la profanaran. La construcción original, de la que aún se pueden observar restos en el patio, que en siglo XVII se convirtió en palacete de los Díez de Castro y Cabañas, marqueses de Castrojanillo, como luce el escudo nobiliario de la fachada. El título que, extinguida la familia, pasó junto a la propiedad a manos de los marqueses de Jabalquinto, quienes convirtieron la bodega en sede de reunión de los conjurados carlistas leoneses de la España decimonónica. Un legado que, tras varias manos, cayó desde 1934 en la familia de Alfonso Arias y su hermana. Los dueños que se muestran convencidos de que «es el momento de venderlo», después de que haya cerrado ya hace más de un año el restaurante que ocupaba la primera planta. «No nos dedicamos a esto», exponen como argumento para «la venta o el alquiler, lo que salga».

Jabalquinto sobrevive como muestra del último fracaso de dinamización del Barrio Húmedo. El plan sufragado con fondos europeos que en el año 2000 invirtió 2,4 millones, para la reurbanización de las calles Misericordia, Castañones y la plaza de San Martín, y que dejó otros 240.000 euros para la restauración de la casona, de los que el Ayuntamiento financió el 50% a cambio de la cesión gratuita durante 10 años de los 6 locales de la planta baja para la ubicación de jóvenes artesanos. Un negocio que, sin apenas promoción, no logró cambiar la dinámica de la zona y murió por inanición.

El palacio se vende por 2 millones de euros «completo» y la Inspección Técnica de Construcciones pasada hasta el año 2020 y con una protección especial en el plan de la ciudad como edificio histórico singular. Casi 1.000 metros cuadrados construidos en total: la planta baja en la que se reparten los 6 locales y un pequeño almacén en el hueco de la escalera; el primer piso que ocupaba el restaurante, que conserva su acondicionamiento y la licencia; y la bodega en la que sigue abierto el bar La Mazmorra, con entrada independiente también por la calle Juan de Arfe. «Son los únicos inquilinos, junto con la cofradía de Minerva y Vera Cruz, pero en los contratos queda establecido que si se vende tienen que desalojarlos», reseña Alfonso Arias. «Es una casa a la que somos conscientes de que poca gente puede acceder, aunque es ideal para poner un negocio hotelero o de hostelería», cita el propietario, quien ve más difícil todavía que alguien pueda adquirirla para hacer una reforma interior que la convierta en vivienda. Una casa con «una bella fachada en piedra de sillería en su parte inferior y de ladrillo con cinco balcones y escudo nobiliario en su parte superior», además de «un patio interior empedrado que da acceso al resto de las estancias», como se publicita en el anuncio de la web. «Son dos millones de euros, pero es negociable», avisa el propietario.

La venta de Jabalquinto amplía el abanico de palacios históricos que hay en el mercado inmobiliario en la capital leonesa. El escaparate en el que llevan año la casa mudéjar del esquinazo de Alcázar de Toledo y San Agustín, a la que se colocó el cartel de 6 millones y luego se bajó a cuatro; el verdadero palacio de Don Gutierre, en el que vivió Vela Zanetti, quien dejó valiosas pinturas en su interior; el Palacio de Gaviria, sede del colegio de arquitectos; o el palacio que Manolo Quijano convirtió en su vivienda, en la esquina de Ordoño II con la calle El Carmen.

Historia de la ciudad que busca comprador de lujo. Alguien con dos millones de euros disponibles para convertirse en el señor del palacio.

tracking