Semana Santa y el puente de mayo alivian el «duro invierno» hostelero
Un índice de ocupación media del 80%. El largo puente del primero de mayo consiguió un buen registro para los hoteles de la capital, principalmente gracias a la presencia de madrileños. Esta cifra se une a la cosechada en Semana Santa, con un 100% de ocupación durante los días centrales y un 85% en la víspera del Domingo de Resurrección.
Los datos alivian un invierno con una discreta presencia de huéspedes en estos establecimientos, que en marzo vieron cómo bajaron un 20% respecto al mismo mes de 2013, fechas en las que se celebró la Semana Santa en esa ocasión.
El vicepresidente de la Unión Hotelera de León, Álvaro Miguélez, explica que durante los fines de semana convencionales mantienen un índice de ocupación aceptable y remarca que el problema se centra fundamentalmente en los días comprendidos entre el lunes y el jueves. En estas jornadas se concentran los huéspedes relacionados con la economía, la empresa y los negocios.
Una clientela que ha descendido en proporción a la dureza de la crisis y que provoca que la actividad durante esos días sea baja en estos establecimientos.
La atracción de turistas sigue marcada únicamente por una estacionalidad que el sector quiere romper, aunque reconocen que la falta de una promoción más intensa en todo el territorio nacional impide la llegada de más visitantes en periodos que no sean vacaciones o puentes.
Aguardan con expectación la celebración en Ponferrada del Campeonato Mundial de Ciclismo. «Ya aseguran que no hay habitaciones en toda la provincia. Eso no es cierto, quedan muchas y estamos esperando las reservas», dice Miguélez. También confían en el tirón del verano para el Camino de Santiago.
«Semana Santa y el puente del primero de mayo nos han dado vidilla y oxígeno después del duro invierno del que venimos», reconoce el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, Pedro Llamas. Durante estos dos periodos la capital ha sumado cientos de turistas y leoneses que residen fuera de la provincia que han contribuido, junto con los lugareños, a que la cifra de negocio aumentara un 30% respecto a fines de semana habituales.
No obstante, Llamas afirma que el sector sigue sufriendo la estacionalidad, con una alta actividad ligada únicamente a las vacaciones de verano, Semana Santa y los puentes festivos. «A diario continúa siendo muy duro desde que comenzó la crisis, cae el consumo y si hay dificultades para cubrir las necesidades básicas, no puede haber dinero para tomar vinos y cenar en restaurantes; es lógico».
Desde la Asociación de Hosteleros del Barrio Húmedo consideran que tanto la Semana Santa como el puente de mayo han supuesto «una ayuda para el sector, aunque no salvan los muebles». Ramón Benavides también incide en el problema de la estacionalidad y recalca la baja actividad fuera de periodos vacacionales y el verano.
Cree, no obstante, que ahora llegan más turistas a la ciudad y de lugares diferentes a los habituales, aunque enfatiza que los madrileños siguen copando el primer puesto. «Si hay puente en Madrid, funciona en León; por la cercanía, como se vio estos días».
Benavides se muestra convencido, además, de la importancia de las nuevas tecnologías para promocionar León y aspectos como su gastronomía, la montaña y su atractivo patrimonial. «Eso se nota cada vez más en la llegada de nuevos turistas y el plan que traen».