Traicionadas por el subconsciente

Revela el sumario que en pleno interrogatorio a Raquel Gago, la agente de la Policía Local que había acudido a entregar la pistola que había encontrado en su coche, el Fiscal Jefe de León, Emilio Fernández, inquirió a Raquel Gago para que le explicara qué argumento lógico entendía ella que concurría para que la persona que le hizo una llamada de 17 segundos a la agente desde un número que no conocía, no consiguiera hacerse escuchar. «No lo sé, puede que a ella se le cortara la llamada».

«¿Ella? ¿Por qué sabía usted que quien llamaba era ‘ella’?, replicó ágil el fiscal. La investigación demostró a posteriori que el número desde el que se realizó la llamada sin éxito procedía de una tarjeta pre pago que habían comprado Montserrat y Triana y que ese día usaba la hija.

El sumario del caso por la muerte de Isabel Carrasco está cargado de episodios de estas características. No son los argumentos que han llevado a mantener en prisión a las tres acusadas, pero sostienen las tesis de la acusación pública, que en uno de los escritos (el que deniega la libertad provisional a Gago) le recrimina que esté en esta situación «siendo una servidora del orden público». No es la única píldora. A Triana Martínez, en su declaración como imputada ante la jueza instructora, le pregunta si realmente le parece creíble la versión de los hechos que está aportando en el juzgado: «Tiene que ser creíble porque lo que estoy contando es exactamente lo que pasó», protesta la joven en el testimonio, que se incorpora al sumario.

Aún constan algunas evidencias más en el transcurso de la investigación a título policial, pero no figuran en los casi mil folios de que consta el sumario de momento.