«Sólo quiero descansar de esta horrorosa pesadilla que he vivido», proclama Barazón

La libertad bajo fianza de 30.000 euros de Marcos Martínez Barazón se anunció el miércoles pero no se produjo hasta ayer a las 19.11 horas, momento en el que el político leonés abandonó el centro penitenciario de Navalcarnero, en Madrid. Desde allí a León serían unos 352 kilómetros de distancia. O 365 los que le han separado de su pueblo, Cuadros. Aunque la verdadera libertad seguro que la percibió cuando a última hora de ayer pudo abrazar a su mujer y a los suyos. Porque Martínez Barazón ayer quería dos cosas: volver a casa y proclamar su inocencia. Y algo más: «Descansar de esta horrible pesadilla que he vivido», afirmó, a la salida del lugar en el que ha permanecido encarcelado durante 43 días.

El expresidente de la Diputación salió a pie y sin esconderse de los medios. Es más, tuvo la deferencia de acercarse a ellos, apostados fuera de todo perímetro carcelario, incluido los aparcamientos para visitantes. Con el rostro muy serio, y acompañado de su abogado, Ricardo Gavilanes, se detuvo antes de subir a un coche que le iba siguiendo, y que conducido por un amigo le llevaría hasta León. En ese momento, Barazón explicó que quería «dar las gracias por el trato correcto recibido en lo que se refiere a mi persona», en cuanto a las informaciones ofrecidas por los medios de comunicación. También afirmó: «Quiero dar gracias los miles de leoneses que han mostrado su apoyo y confianza en mi».

El también exalcalde de Cuadros pospuso otro tipo de declaraciones para más adelante, y al igual que su representante legal, se comprometió a atender a cuantas demandas de explicaciones se le propusieran. Eso sí, fue tajante al afirmar: «Soy totalmente inocente». Gavilanes, su abogado, ya antes había incidido en esa circunstancia al señalar que «más adelante hablará. Con todos. Lo que va a decir es la verdad, y esa verdad es la que demostrará su inocencia», repitió una vez más.

El abogado de Martínez Barazón afirmó que los trámites se habían retrasado al no utilizarse métodos telemáticos para la comunicación del exhorto a las diferentes instancias tras el pago de la fianza de 30.000 euros. Sirva como ejemplo que un agente judicial llevó en persona el documento hasta el centro penitenciario de Navalcarnero, en donde el político leonés esperaba la llegada de su abogado para poder volver a pisar la calle. Por esta razón y no otra, las noticias de su puesta en libertad se iban posponiendo en medio de rumores de todo tipo.

En medio de todo, Martínez Barazón, que había acogido con prudencia, y casi paciencia, la noticia de que le quedaban horas de su paso por el centro penitenciario de Navalcarnero, con el paso de las horas, entre este miércoles y ayer jueves, entró en una fase de cierta ansiedad y agotó las diez llamadas semanales a las que tienen derecho los internos al no recibir información concreta de cuándo se iba a producir su salida. El proceso de su puesta en libertad su produjo tras el depósito de la fianza, y las posteriores comunicaciones tanto al juzgado correspondiente de León como el de Navalcarnero, y que un agente judicial trasladara el documento hasta el mismo centro. Antes de que se produzcan las prometidas explicaciones de Martínez Barazón, volverá a pisar la Diputación como no adscrito, al igual que el Ayuntamiento de Cuadros, como concejal en igual condición. Será entonces cuando el ex tantas cosas del PP será un ciudadano cuasi libre empeñado en demostrar su inocencia. Que ayer caminaba con la noche ya caída, con las manos en los bolsillos y el rostro de la tensión vivida en su año más horrible.