SANIDAD
Un fallo informático impide imprimir las recetas en todos los centros de salud
El cosejero de Sanidad lo achaca a la puesta en marcha de la receta electrónica
Un médico expide una receta en una consulta de un centro de salud de la provincia
Un fallo informático impide hoy la impresión de recetas correspondientes a las prescripciones de los médicos en los centros de salud de Castilla y León, han informado fuentes de la Consejería de Sanidad.
El consejero de Sanidad, Antonio Sáez, ha aclarado a los periodistas, en los pasillos de las Cortes, donde hoy se celebra pleno, que este problema ha afectado a cinco de los servidores de los centros de salud, de los que tres ya están funcionando correctamente y se intenta dar respuesta a los otros dos. Ha achacado lo ocurrido a los cambios por la puesta en marcha de la receta electrónica, que ha producido un retraso en la impresión de las recetas.
El fallo, cuyo origen es estudiado por los técnicos informáticos de la Junta de Castilla y León, impide el correcto funcionamiento del módulo de prescripción de recetas, según fuentes de la Consejería, que han descartado la vinculación de este problema con el sistema Medora, el principal gestor informático de la sanidad en la Comunidad.
La Consejería de Sanidad ha indicado que el fallo se traduce en una lentitud del proceso y, en algunos casos, en la imposibilidad de que los facultativos emitan la receta de los medicamentos que prescriben a sus pacientes.
Sin embargo, fuentes de la Consejería de Sanidad han indicado que no por ello se han suspendido hoy las consultas que estaban concertadas en los centros de salud y han reconocido que el fallo afecta a todas las provincias de la comunidad autónoma.
Ya el pasado 7 de mayo el entonces portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, se vio obligado a pedir "disculpas sinceras" por un fallo generalizado en el sistema Medora.
Un día antes, el Sindicato Médico de Castilla y León (CESM) había pedido la dimisión de los máximos responsables de la Consejería de Sanidad por la "ineptitud" en la gestión de la crisis generada por el fallo del sistema informático Medora.