Escotet llama a reflexionar sobre la responsabilidad del empresariado

Las múltiples preguntas que plantea el panorama actual impone a los empresarios «revisar el carácter de nuestra responsabilidad hacia la sociedad, de la que somos un componente fundamental, a pesar de que todavía y con frecuencia el papel del agente productivo y del emprendedor no se entiende del todo». Así lo reclamó ayer el presidente de Banesco y vicepresidente de Abanca Juan Carlos Escotet, durante la entrega del galardón Círculo de Oro, que le entregó el Círculo Empresarial Leonés.

Escotet hizo durante su discurso un viaje por su infancia y por los recuerdos de León, de la presencia leonesa en las conversaciones de su familia emigrante, de la importancia de sus orígenes y su compromiso con la tierra donde nació su padre. A través de un relato de José María Merino, La casa de los dos portales, «que existió el fue el lugar donde vivió mi abuela Pilar», repasó también su trayectoria empresarial, desde sus inicios en 1986 con la fundación de una casa de bolsa hasta convertirse en el presidente del grupo bancario líder en Venezuela, con fuerte presencia internacional y ahora también en el Noroeste, con la adquisicón de las antiguas cajas gallegas.

Reflexiones

Sin embargo Escotet dedicó buena parte de su discurso a reflexionar sobre el papel de los empresarios, más allá de sus propios negocios, en una sociedad que cambia a velocidad de vértigo y provoca con ello una brecha creciente entre las sociedades desarrolladas y las menos favorecidas.

Repasó los avances que están produciéndose en distintos campos, y abogó por «evitar la brecha entre los creadores de conocimiento y la inmensa mayoría de la población mundial, que sigue creciendo».

Una situación en la que los empresarios «cada vez estamos más llamados a levantar nuestra mirada para seguir la pista a lo que sucede a nuestro alrededor». Y destacó que en las últimas siete décadas los empresarios han asumido la responsabilidad de ejercer la solidaridad hacia los sectores más empobrecidos, que «está muy lejos de haberse concluido».

Por eso llamó a «dar un paso más, que consiste en incorporar el futuro a nuestras agendas», para que «los beneficios que está generando la sociedad del conocimiento no alcancen sólo a una parte de la humanidad».

Así, Escotet defendió que «el futuro ahora se desplaza a velocidad exponencial, genera cambios a diario, impone otras lógicas a procesos y modos de hacer que se han mantenido durante siglos». Y el futuro de León es «una de mis materias predilectas», concluyó.